Donald Anthony Grant tiene las horas contadas. Se trata del primer recluso estadounidense que será ejecutado en este 2022, luego de que fuera condenado a muerte por el asesinato de dos mujeres durante un intento de asalto en el año 2001.
El hombre de 46 años será sometido a la inyección letal este jueves 27 de enero en la Penitenciaría Estatal de Oklahoma, en McAlester, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos le denegara la solicitud para detener temporalmente su ejecución.
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Grant será la primera persona ejecutada en el país norteamericano en este año y la tercera en Oklahoma, desde que el estado reanudó las inyecciones letales en octubre de 2021.
Durante una audiencia de clemencia celebrada en noviembre, el hombre admitió haber matado a Brenda McElyea, de 29 años y a Felicia Suzette Smith, de 43, para que no hubiera testigos de su robo en el hotel Del City.
De acuerdo con informes oficiales, ambas mujeres tenían heridas de bala y fueron apuñaladas. Las dos rogaron por su vida antes de ser asesinadas, dijeron los fiscales, quienes detallaron que Grant tenía 25 años en aquel entonces.
La defensa legal de Grant argumentó que el acusado tenía una enfermedad mental y daños cerebrales al momento de cometer los homicidios, por lo que no estaba en condiciones de ser juzgado hasta 2005.
De igual forma, sus abogados alegaron que el protocolo de tres medicamentos de Oklahoma lo expone a un riesgo constitucionalmente inaceptable de dolor intenso, sin embargo, aún con esta información, la Corte Suprema se negó a detener la ejecución.
En la audiencia de noviembre, Grant se dijo arrepentido y con un “profundo y sincero remordimiento”. Se disculpó por sus crímenes ante la Junta de Perdones y Libertad Condicional del estado, pero ésta volvió a votar 4-1 en contra de recomendar la clemencia después de escuchar los testimonios de los familiares de las víctimas.
Historial de ejecuciones fallidas e inhumanas
Cabe mencionar que Oklahoma detuvo las inyecciones letales durante casi seis años después de tres ejecuciones fallidas, en las que el uso incorrecto de los fármacos provocó que los reclusos tuvieran muertes lentas y dolorosas.
Se cree que el estado aún planea utilizar el cóctel de ejecución de tres fármacos que ha sido criticado por someter a los presos a "un sufrimiento innecesario y una muerte prolongada", de acuerdo con una demanda impulsada por defensores públicos.
Se trata de una mezcla de midazolam, un sedante de acción corta; bromuro de vecuronio, que detiene la respiración; y el cloruro de potasio, que detiene el corazón.
Con información de The Sun y The Independent
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bnaj