Este fin de semana, la ciudad de Chicago vivió una noche violenta luego de que ocho personas, entre ellas cinco niños, fueron baleadas en dos tiroteos por separado, de los cuales hasta el momento no hay detenidos ni se conocen las causas de los incidentes.
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Por una parte, seis personas que asistían a una fiesta recibieron disparos alrededor de las 11:40 p.m. en la cuadra 5000 de West Ohio Street en el sur de Austin, según una notificación de la policía a los medios.
Los afectados estaban parados en una acera en un grupo cuando “los ocupantes de una camioneta de color oscuro dispararon” a la multitud, dijo la policía, según el medio Chicago Tribune.
Entre los heridos se encuentran una niña de 12 años que sufrió una herida de bala en la mano y sus familiares la llevaron al West Suburban Medical Center en Oak Park, donde figuraba en buenas condiciones; una niña de 13 años que sufrió una herida de bala en la retaguardia; una menor de 14 años; una pequeña de15 años, una joven de 19, y un hombre de 25 años de edad.
Todos fueron llevados a hospitales cercanos y se reportó que estaban en buenas condiciones.
El segundo tiroteo
Menos de dos horas después, un niño de 8 años recibió un disparo en un tiroteo no relacionado que dejó a dos personas heridas, según la policía de Chicago.
El ataque armado ocurrió en la cuadra 2000 de West 83rd Street en el vecindario de Gresham, dijo la policía.
El niño estaba en un vehículo en movimiento con un hombre de 28 años cuando alguien en una camioneta negra abrió fuego y disparó contra su vehículo.
El hombre fue llevado al Centro Médico Advocate Christ en Oak Lawn con una herida de bala en la espalda y fue tratado y puesto en libertad, dijo la policía.
Mientras que el pequeño recibió tratamiento por una herida de bala en la pierna izquierda, según la policía. Había sido catalogado en buenas condiciones.
Desafortunadamente, hasta el momento no hay detenidos por ninguno de los dos casos.