Dentro de los más recientes 5 meses las remesas han experimentado, reportando incrementos en dos de ellos y un repunte en los otros tres restantes, convirtiéndolas en una montaña rusa. Con el peso mostrando una caída del 5.4 por ciento en el último mes, se espera que haya un crecimiento dentro del próximo reporte de remesas, pero hay que considerar que ante la crisis que se vive en los Estados Unidos, la volatilidad continuará presente.
La volatilidad vivida en los últimos 5 meses nos dejó un sube y baja en cuanto a las remesas, con los meses pares de abril y junio mostrando incrementos, pero con meses nones como marzo, mayo y julio dando retrocesos. En el pasado mes de julio se tuvieron 5,614 millones de dólares entrando como remesas a México, lo que dejó una reducción del 1.0 por ciento, a pesar de que un mes antes se tuvo el máximo histórico en la recepción de remesas para un solo mes con 6,207 millones de dólares.
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Los problemas en Estados Unidos también han sido causa del detrimento de las remesas en las últimas semanas, y pinta que así será para el resto del 2024. Ha habido una desaceleración en el empleo que ha reducido el flujo migratorio al país. Los encuentros migratorios en frontera han bajado hasta los 104,000, la menor cifra que se ha tenido en 3 años y medio.
A esto tenemos que añadirle las bajas que ha mostrado el peso mexicano en contra del dólar en las últimas semanas, lo que mantendrá la incertidumbre ya vivida para lo que resta del 2024. Las políticas migratorias establecidas por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, han contenido la migración no documentada, haciendo que los trámites de asilo se vean modificadas, y por ende, las remesas que estaban llegando a México no sean las mismas en cantidad.
“En nuestra opinión, uno de los principales determinantes ha sido el peso mexicano. Tras varios meses de fortaleza, la moneda se ha depreciado con relativa fuerza recientemente, lo que tiene implicaciones positivas para el poder de compra de las familias receptoras cuando es expresado en términos de la moneda local”, explicaron expertos de Banorte. La tasa de desempleo para los latinos en Estados Unidos subió de un 4.9% a 5.3%, mientras que para los migrantes mexicanos se extendió de un 5.1% a 5.3 por ciento.
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