El envío de Remesas por los connacionales al país inició la segunda mitad del año con una contracción de 1.0 por ciento anual, al totalizar cinco mil 613.6 millones de dólares, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico), derivado de la desaceleración del empleo en Estados Unidos.
De manera mensual, las Remesas registraron una caída de 9.6 por ciento respecto a junio, mes en el que se alcanzó un máximo histórico con seis mil 206.9 millones de dólares.
Con cifras desestacionalizadas, es decir, eliminando los factores exógenos estacionales de naturaleza no económica que influyen en el comportamiento de las estadísticas económicas mensuales, las Remesas bajaron 11.9 por ciento mensual, alcanzado un monto de cinco mil 222 millones de dólares.
Esta disminución se vio reflejado en las familias receptoras de estos recursos, al recibir en julio 402 dólares, esto es 17 dólares menos respecto al mes previo.
En tanto, los ingresos por Remesas de enero a julio de este año sumaron 36 mil 940.1 millones de dólares, lo que implicó un crecimiento anual de 2.9 por ciento, el más bajo desde 2013.
A decir de Juan José Li Ng, economista Senior en BBVA Research para México, esta baja en los ingresos por Remesas puede deberse a la desaceleración en el crecimiento del empleo en EU, lo que reduce el flujo migratorio a ese país y por ende el envío de dólares al país.
Para Janneth Quiroz Zamora directora de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex Grupo Financiero, las Remesas han sido clave para el buen dinamismo del consumo doméstico y de la trayectoria del peso mexicano.
Sin embargo, dijo, se prevé una moderación en los flujos, teniendo como factores clave, las cifras de la nómina no agrícola de agosto, las cuales indicarán la pauta respecto al estatus actual de la economía americana; continuidad en el proceso desinflacionario; y la depreciación de la moneda local, lo que podría impulsar el poder adquisitivo de las remesas para las familias mexicanas.