La humanidad ama romper récords, pero hay algunos que no deberían traspasarse. Por allá de 2016 se rompió uno del los récords más tristes de nuestra historia, por primera la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera superó las 400 partes por millón llegando a los 16.92°C, marcando un nuevo récord en los registros de calor.
No era la primera línea que traspasamos, pero fue una de las más alarmante que incluso usaron como símbolo para combatir el cambio climático. Seguramente no imaginamos la importancia del peso que eso conllevaba.
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El lunes 3 de julio volvimos a romper el récord, llegando a lo 17.01ªC, y el 4 la temperatura subió 0,17 grados más, registrando el día más cálido a nivel mundial hasta ahora, superando el promedio de la temperatura del aire en la superficie del plante de 17ª C. Según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA por sus siglas en inglés)
“Este no es un hito que debamos celebrar, es una sentencia de muerte para las personas y los ecosistemas”, mencionó Friederike Otto, profesora principal del Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente
Según el NOAA, a principios de julio, entre los años 1979 y los 2000, la temperatura del aire, que oscila entre los 12 ºC y los 17 ºC aproximadamente en promedio diario durante el año, era -de media- de 16,20 ºC. y aunque el récord aún debe ser corroborado por otras medidas podría ser superado en lo que resta del año.
“Lo preocupante es que no será el día más caluroso por mucho tiempo”, añadió, Friederike Otto
Olas de CALOR más intensas nos esperan
Los expertos advierten que estas observaciones son un probable anticipo del fenómeno de El Niño, podría conducir a "nuevos récords de temperatura" y romper más registros este 2023, sumado a los efectos del cambio climático.
Si quieres conocer más acerca de las medidas que pueden tomarse para mejor este problema, aquí te compartimos un video