Las orquídeas nos cautivan por su belleza y elegancia sin igual, muchos quisiéramos poseer más de una en casa, pero sabemos que son de las plantas de interior más difíciles de cuidar por lo que a veces no nos atrevemos a adquirir una. Hoy te revelaremos uno de los secretos más efectivos para hacer que tus orquídeas crezcan en tiempo récord preparando un abono casero con sales de Epsom, un ingrediente que normalmente se ocupa en el baño.
Asimismo, estas plantas de interior, consideradas como joyas en el mundo de la jardinería, tienen condiciones muy específicas de cuidado. Para mantenerlas sanas encontramos trucos caseros como el bicarbonato de sodio; sin embargo, las sales de Epsom (sulfato de magnesio) es un producto que ha ganado popularidad en el mundo de la jardinería, con numerosas recomendaciones sobre su uso para mejorar la salud de las orquídeas.
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¿Qué es la Sal de Epsom y cómo se usa en la jardinería? Las sales de Epsom es un compuesto que contiene un 10% de magnesio y un 13% de azufre. Estos nutrientes son esenciales para el crecimiento de las plantas, ya que facilitan la absorción de nitrógeno, fósforo y potasio, los 3 elementos fundamentales para su desarrollo. Pero es importante entender que, debe usarse adecuadamente y con moderación para el crecimiento de las orquídeas.
El sulfato de magnesio es popular debido a su solubilidad, lo que lo hace más fácil de aplicar en comparación con otros compuestos minerales que se descomponen lentamente en el suelo. Sin embargo, antes de agregarlo a tus plantas de interior y orquídeas, es fundamental realizar algunas consideraciones:
- Realiza una prueba de pH en tu suelo para determinar si es ácido o alcalino. Esto te ayudará a comprender mejor las necesidades de crecimiento de tus orquídeas.
- Si tu suelo ya es rico en calcio y potasio, es posible que no necesites Sal de Epsom (sulfato de magnesio), ya que podría interferir en la absorción de calcio, esencial para muchas plantas.
- La adición regular de abono orgánico puede proporcionar una amplia gama de nutrientes, incluyendo magnesio y azufre, sin la necesidad de usar sulfato de magnesio.
¿Cómo usar la Sal de Epsom para hacer crecer tus orquídeas?
Sólo si el análisis de tu suelo presenta deficiencias de magnesio o azufre, es seguro agregar Sal de Epsom o sulfato de magnesio al abono en lugar de aplicarla directamente al suelo. Para hacerlo de forma correcta, mezcla 2 cucharadas de Sal de Epsom por cada galón de agua y riega tu abono con esta solución para que los nutrientes estén disponibles para el crecimiento de tus orquídeas.
Si bien la Sal de Epsom o sulfato de magnesio puede tener beneficios para algunas plantas de interior como las orquídeas en situaciones específicas, su uso puede no ser beneficioso y podría dañar el equilibrio de nutrientes en el sustrato si lo usas inadecuadamente. Antes de agregarla, realiza análisis de suelo y considera alternativas más sostenibles como el bicarbonato de sodio para poner a tus orquídeas más bonitas que nunca.