Simone Biles y otras 89 gimnastas presentaron una reclamación ante un tribunal federal en el que solicitan al Buró Federal de Investigación de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) más de mil millones de dólares como indemnización, por negligencia en la investigación del médico estadounidense Larry Nassar, quien cumple una condena de cadena perpetua por los abusos sexuales cometidos durante años sobre al menos 330 jóvenes.
Larry Nassar fue médico del equipo nacional de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos y, según lo que trascendió en el juicio, los agentes del FBI ya sabían que en 2015 Nassar había sido acusado de agredir a gimnastas pero no actuaron y siguió en libertad, lo que le permitió seguir agrediendo gimnastas.
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"Es hora de que el FBI rinda cuentas", dijo Maggie Nichols, campeona nacional en Oklahoma en 2017-19. En este sentido también se expresó Samantha Roy, exgimnasta de la Universidad de Michigan: "Si el FBI simplemente hubiera hecho su trabajo, habrían detenido a Nassar antes de que tuviera la oportunidad de abusar de cientos de niñas, incluyéndome a mí".
Apenas el año pasado, el director del FBI, Christopher Wray, reconoció errores importantes en el equipo de trabajo durante una audiencia en el Senado de EU.
"Lamento especialmente que haya gente en el FBI que tuvo su propia oportunidad de detener a este monstruo en 2015 y fracasó. Y eso es inexcusable", dijo Wray.
Más allá de la responsabilidad del FBI, varios organismos han ejecutado distintas indemnizaciones por este caso. La Universidad Estatal de Michigan acordó pagar 500 millones de dólares a más de 300 mujeres y niñas que fueron agredidas por Nassar mientras que USA Gymnastics y el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos llegaron a un acuerdo de 380 millones de dólares.
abc