Si vives constantemente estresada hasta por cosas que parecerían insignificantes y no te permites disfrutar de la vida, podrías estar viviendo en modo supervivencia.
Si solo intentas sobrevivir al día a día, no tienes planes a mediano o largo plazo, tu horizonte se estrecha y las ilusiones se desvanecen, a la larga te sentirás agotada y desconectada emocionalmente.
Te podría interesar
El modo supervivencia se activa cuando percibimos una amenaza que puede representar un peligro para nuestra integridad física o psicológica.
Cuando nos enfrentamos a una amenaza, se desencadenan una serie de cambios hormonales y fisiológicos que nos preparan para luchar o huir.
Esa respuesta es adaptativa y puede salvarte la vida o darte la energía adicional que necesitas para quedarte varias noches trabajando en un proyecto importante, pero solo durante un corto periodo de tiempo.
Si te mantienes en modo supervivencia durante semanas, meses o incluso años tu cuerpo pagará la factura y es probable que termines desarrollando alguna enfermedad psicosomática.
Además del impacto físico, el modo supervivencia te arrebata la capacidad para disfrutar de la vida. Cuando siempre tienes un fuego que apagar es difícil encontrar el tiempo para detenerte y sentirte agradecido, feliz o en armonía.
También es difícil conectar emocionalmente con los demás o incluso contigo mismo porque esa sensación de urgencia lo llena todo.
Es importante aprender a identificar si te encuentras en modo supervivencia, solo tienes que hacer caso a las señales que manda tu cuerpo y tus pensamientos, aquí te dejamos una lista con 7 señales a las que deberías poner atención para saber si estás en dicho estado y puedas salir de él.
Sentir que existes en lugar de vivir:
Es normal que algunos días te levantes sin ganas de hacer nada, el problema llegaría si esto se vuelve cotidiano, siempre ten presente que lo importante es disfrutar tu vida. Una forma fácil de hacerlo es tratar de lidiar con el estrés que te tiene atormentada para después "dejarlo ir".
Cambios de humor:
Si estás de mal humor, después te sientes irritada y terminas llorando, este comportamiento es una clara señal de que vives en modo supervivencia. Es importante que acudas a atención especializada, recuerda que ayudan más las acciones que las palabras.
Te sientes agotada:
Si todo el tiempo te sientes agotada, a pesar de que hayas dormido, a veces no es el cuerpo el que se encuentra cansado sino la mente que necesita librarse de todo lo que te está atormentando.
No tienes hábitos saludables:
Es importante que comas de manera balanceada, hagas ejercicio, duermas bien y tomes suficiente agua para mantener una vida saludable, pero el descontrol de estos y más factores te hacen vivir en modo supervivencia, por lo que es importante que comiences a organizar tu vida y tomar las medidas necesarias para sentirte mejor.
Pensar cosas negativas:
Si todos los días te levantas pensando en todo lo malo que te puede pasar en el día, debes comenzar a dejar de lado esos pensamientos, abrir tu mente y esperar a que lo que te pase sean solo cosas positivas.
Alejarte de los demás:
Si poco a poco te has alejado de las personas de tu alrededor porque "no tienes tiempo para ellos", es una de las peores cosas que puedes hacer. Debes frecuentar las relaciones que te hacen feliz y a las personas que quieres, recuerda que ellos son unas de las mejores medicinas para estar bien.
Dar prioridad a la comodidad:
La comodidad es inmediata y mala, ya que solo te sentirás bien un rato, recuerda que las cosas que valen la pena nunca salen a la primera, siempre hay que intentar muchas veces, deja de darle prioridad a la comodidad y elige siempre aprender.
abc