Una mantarraya pidió ayuda a un buzo para que le quitara unos anzuelos que quedaron enganchados debajo de uno de sus ojos. El animal se acercaba para pedir ayuda a dos buzos que estaban alrededor de ella por lo que lentamente se los quitaron.
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Jake Wilton estaba buceando en la costa occidental de Australia cuando el enorme pez de tres metros extendió sus aletas hacia él. “A menudo guío a buzos en la zona y pareció como si ella me hubiera reconocido y confiara en que la ayudaría”, dijo el buzo para National Geographic.
Entre más cerca nadaban, parecía que la mantarraya le señalaba su ojo donde estaban los anzuelos clavados. En unas imágenes se muestra cómo el buzo le fue quitando uno a uno los anzuelos antes de separarse de ella.
La mantarraya es considerada una de las criaturas marinas más inteligentes y es común verlas en la costa occidental de Australia.
Se trata de gigantes que realizan grandes migraciones y su conducta social es compleja. Alcanzan hasta siete metros de ancho y pueden vivir por 50 años.
En ocasiones es confundida con la raya común pero la diferencia es que la mantarraya no tiene aguijón venenoso. Esto significa que es inofensiva para los seres humanos, solo impone por su gran tamaño.
Su hábitat son las aguas tropicales, subtropicales y templandas como las de los océanos Pacífico, Índico y Atlántico. La historia de esta mantarraya ha servido para pedir a la población cuidar a los animales del mar y no tirar basura en el océano.
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chp