Los migrantes indocumentados en Estados Unidos tienen un nuevo problema luego de que la administración del presidente Joe Biden anunció la reanudación a partir de esta semana de las "deportaciones aceleradas", o fast track, como también se les conoce.
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Esta política fue implementada por primera vez durante el periodo de Bill Clinton en 1996 y abre las puertas a la discrecionalidad de agentes de la Patrulla Fronteriza, de acuerdo con análisis de expertos.
El abogado Rafael Borrás dijo al diario El Financiero que este tipo de deportación es "un paso en la dirección equivocada". Sobre todo para una administración que ha prometido garantizar el debido proceso.
"Literalmente es sentarse por unos segundos frente a un oficial en un escritorio que determinará su destino, sin un proceso justo e imparcial”, detalló.
¿Cómo son las deportaciones fast track?
Este tipo de proceso no brinda el derecho a una audiencia migratoria y le da a los agentes fronterizos la la discrecionalidad de determinar el destino de migrantes solicitantes de asilo detenidos, lo que incluye a familias enteras.
Los afectados podrían solicitar una entrevista si argumentan que su integridad personal está en peligro si son deportados, pero deben presentar pruebas que justifiquen sus dichos.
¿Quiénes serían afectados?
Los migrantes perjudicados por esta política son quienes carecen de una base legal para permanecer dentro de Estados Unidos y que no pueden ser deportados bajo el Título 42.
"A partir de hoy, ciertas unidades familiares que no pueden ser expulsadas bajo el Título 42 serán colocadas en procedimientos de deportación acelerados. La remoción acelerada proporciona un procedimiento legal y más acelerado para remover aquellas unidades familiares que no tienen una base bajo la ley de los EE. UU. para estar en los Estados Unidos", indica el comunicado del Departamento de Seguridad Nacional.
El título en cuestión determina que cualquier persona proveniente de Canadá y México que pueda ser considerada como una amenaza para la salud podrá ser deportada. Esto tomó especial importancia debido a la pandemia, pues los Centros de Control de Enfermedades detallaron que cualquier individuo que venga de un sitio donde haya una emergencia sanitaria podrá ser expulsado.
Actualmente, cuando varios países permanecen en cuarentena por la pandemia de Covid-19, pueden negarse las solicitudes de auxilio y deportar a casi cualquier inmigrante.
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CRS