No es secreto a través de nuestros celulares e internet las compañías pueden recabar parte de nuestra información almacenada para cuestiones de publicidad y personalización de uso en apps, pero de eso a que te espíen especialmente a ti es otra cosa distinta. Esto le paso a una periodista especializada en tecnología del Financial Times llamada Cristina Craddle.
La periodista cuenta que, a finales del 2022, cuando ella cubría para la BBC las consecuencias reales de las redes sociales, fue cuando se dio cuenta que había sido espiada por los trabajadores de TikTok China. Craddle trabajaba en ese entonces en un reportaje que publicó sobre las complicadas condiciones laborales al interior de TikTok.
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Cristina Craddle relata que no sabía la razón por la cual su relación con el equipo de prensa de TikTok no era buena.
“Sin sorpresas, mi relación con el equipo de prensa de TikTok era tensa. No lo sabía, pero sus empleados habían espiado en mi teléfono, siguiendo así mi ubicación con la intención de encontrar mis fuentes”, afirma la periodista.
Critina Craddle no tenía cuenta de TikTok
La periodista especializada en tecnología detalla que ella no contaba con una cuenta de uso personal, sino era la cuenta de su gato, quien tenía menos de 200 seguidores y poco más de 20 videos en la plataforma. En la cuenta de su gato Buffy no tenía su nombre personal ni su número de contacto registrado.
Los trabajadores dieron con la identidad detrás de la cuenta de Buffy gracias a la dirección IP del celular de Cristina Craddle, de esta manera fue como lograron entrar a su cuenta. Los empleados monitorearon su celular y ubicación, pues, buscaban dar con la identidad de las fuentes y documentos que fueron la base para sustentar su reportaje sobre las complicadas condiciones laborales al interior de TikTok.
TikTok le informó a Cristina que había sido víctima de sus operaciones de espionaje en diciembre del 2022. Según reportó TikTok, los trabajadores que llevaron a cabo la hazaña de espiar a la periodista fueron despedidos de sus cargos.
“Después de las revelaciones, les envíe 15 preguntas. Quería saber qué fechas y horas me habían seguido, qué datos había obtenido y qué habían hecho con ellos”, informa Cristina.
La cuenta de Buffy, su gato, sigue activa, sin embargo, ahora la abre y usa solo desde su trabajo, pues, Craddle desinstaló la aplicación del teléfono. Ahora únicamente tiene instalada la app desde un celular sin señal wifi activa que guarda en un cajón; a pesar de esto, la periodista sigue siendo espiada, ya que, en 2023 recibió un mensaje con un código para permitir el acceso a su cuenta desde un dispositivo iPhone.
“TikTok no me pudo explicar porqué había otro dispositivo en mi cuenta”, narra Craddle.
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Esto aceptamos con los términos y condiciones
Muchas veces aceptamos los términos y condiciones de las apps y además aceptamos todos los permisos que piden para poder utilizar todas las funciones, sin embargo, muchas veces no leemos con atención con tal de poder descargar la app que todos están utilizando.
Al aceptar todos estos requisitos estamos permitiendo que las compañías tengan acceso a ciertas funciones que para el uso de la app no son necesarias. Aceptamos que otros tengan acceso, principalmente, a lo que ve y escucha nuestro teléfono por la cámara y el micrófono, incluso que tengan acceso a nuestros contactos.