El presidente Joe Biden casi admite la derrota de su plan original de aprobar $2,3 billones de dólares en gastos de infraestructura, para renovar puentes, carreteras y autopistas del país, pactando un cambio en el acuerdo bipartidista para gastar $1,2 billones de dólares durante ocho años.
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Biden rápidamente creó confusión por decir que es posible que ni siquiera firme el acuerdo en medio del rechazo de parte de los demócratas progresistas de extrema izquierda.
El compromiso bipartidista indignó incluso a miembros del partido de Biden, quienes amenazaron con bloquear el proyecto de la ley, a menos que pudieran volver a agregar los aumentos de impuestos y gasto social en un segundo proyecto masivo.
A pesar de que le preguntaron si retrocedería, él aseguró que momentos antes ya había dicho "tenemos un acuerdo" y no firmará sin un segundo contrato.
Biden anunció en la entrada de la Casa Blanca el acuerdo junto con los senadores y dijo "ellos dieron más de lo que creo que tal vez estaban dispuestos a dar en primer lugar". Aunque más tarde en la Sala Este de la Casa Blanca, el presidente dijo que no necesariamente firmaría el proyecto de ley a menos que los Demócratas aprobaran el aumento de impuestos y gasto social en un proyecto de ley complementario aprobado sin votos republicanos, haciendo uso de reglas de reconciliación presupuestaría.
Espero que en los siguientes meses del verano antes de que el año fiscal termine habremos votado este proyecto de ley, así como también votado la resolución presupuestaria, dijo el presidente
Biden dio una descripción del proyecto y mencionó que será "la mayor inversión en ferrocarriles desde Amtrak,", así como el mejoramiento de la red eléctrica "para que sea más eficiente y resistente y sea capaz de soportar las condiciones climáticas extremas, así como su crisis.
AMV