Kimberly Slaughter acudió a una tienda Shoppers Value en Kenbridge, una pequeña ciudad del condado de Lunenburg, Virgnia, con la idea de comprar algunas cosas para comer. Entre ellas una bolsa de palomitas de maíz en la que, tras mirar a detalle, notó lo que parecían heces de rata, por lo que decidió regresar el producto al estante.
"Pensé, no voy a llevar esa bolsa. Así que la puse en el estante inferior porque ya había caca de roedores cubriendo los estantes", contó a WTVR News.
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Sin embargo, al momento que devolvía la bolsa a su lugar, se dio cuenta que tenía un pequeño agujero en la esquina superior derecha. La curiosidad le hizo revisar el empaque y fue cuando descubrió a la serpiente dentro. Por si esto fuera poco, con el movimiento, el animal pudo asomar la cabeza por el orificio.
“Esa cosa había saltado y ya sabes, yo estaba como ‘oh bueno, hola’”, relató todavía conmocionada a WTVR.
Fue entonces que Slaughter decidió empujar el carrito de compras, con la bolsa de palomitas de maíz y la serpiente dentro, a la entrada del supermercado para informar a uno de los empleados lo que había pasado. Mientras esto ocurría, el reptil salió de la bolsa, bajó por el costado del carrito de compras y luego regresó al empaque.
"Ocupaba todo el largo del carro", describió Kimberly.
Finalmente, uno de los trabajadores del lugar logró sacar al animal y la situación no pasó a mayores. Sin embargo, Kimberly aseguró que habría sido preocupante si hubiera llevado la bolsa a su casa porque vive con su pequeño hijo y a veces los visita su sobrina, quienes pudieron ser mordidos por la serpiente.
“Tengo un bebé que apenas está comenzando a caminar. Así que imagínate si él fuera un poco mayor, o si mi sobrina hubiera ido y dicho ‘oye, quiero palomitas de maíz’, agarra la bolsa y es mordida. No es seguro. No es saludable”, sostuvo.
¿Qué dijo el encargado del supermercado?
Brian Stanley, gerente de la tienda, aseguró desconocer el origen del reptil y destacó que se encuentra trabajando junto con su equipo para saber qué fue lo que pasó. Además, puntualizó que no tienen indicios de que otro de estos animales se encuentre en alguna otra zona del supermercado.
"No tenemos idea de dónde vino. Estamos investigando para tratar de averiguar de dónde vino, pero no tenemos ningún otro indicio de que pueda haber otros”, dijo a WTVR.
Cuando se le preguntó acerca de los excrementos de roedores y las trampas, Stanley dijo que no estaba al tanto de ninguna trampa para ratones en la tienda en ese momento porque él no estaba allí. También aseguró que harán todo lo necesario para que no vuelva a suceder un incidente parecido en el lugar.
"Usamos trampas de manera esporádica cuando las necesitamos, pero más para la prevención", agregó.
Slaughter dijo que planea informar sobre el incidente al Departamento de Salud de Virginia, pero que no quiere que la tienda cierre definitivamente porque es uno de los pocos lugares para comprar comestibles que hay en la ciudad.
abc