Como se dice, “no depende de ti donde nacer, pero si donde mueres” y es por eso que un joven demuestra muy bien que lo que otros desechan, a él le ha dejado muy buenas ganancias económicas.
Lo que sí es un hecho, es que sólo es necesario tener una mente visionaria, o lo que también se le conoce como la “Mente de tiburón”.
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Se trata de un término que se dio por el tiburón blanco, quien tiene una característica muy especial: si deja de avanzar, se hunde y muere, una filosofía que ayuda a que las personas nos demos cuenta que todos podemos hacer algo con nuestras vidas.
Y esa es la historia de un joven que es hijo de panaderos, quien con tan sólo 21 años de edad ya amasa una jugosa fortuna con algo que muchas personas desechan, y justo donde él vio una oportunidad.
El joven millonario por vender comida deforme
Se trata de James Eid, quien conoció el proceso de producción del pan desde pequeño, y desde entonces se dio cuenta en el enorme desperdicio que representaban las porciones que no quedaban con el aspecto que los clientes conocen.
Y es que a muy temprana edad, él se dio cuenta que lo que no va con los estándares es tachado de: demasiado chico, demasiado torcido, demasiado grande, o simplemente un poco roto, por lo que desde Reino Unido comparte su vida de como se ha apoderado del mundo.
Conforme fue creciendo, su mente no dejó de trabajar, pero no fue sino hasta 2020, cuando su idea revolucionó al mundo, pues se animó a lanzar su propio emprendimiento convirtiendo aquellos desechos en un negocio, mismo que lo llevan a facturar no menos de un millón de dólares por mes.
James es un joven de tan sólo 21 años de edad que estudia la carrera de administración de empresas en la Universidad de Lancaster, quien comenzó interviniendo en la producción del negocio familiar.
¿De qué se trata el negocio millonario del joven?
Todo se resume a lo siguiente: James rescató todos esos productos que estaban destinados a la basura por no cumplir con el tamaño estipulado y preparó una caja que se vende a menor precio y es entregada a domicilio del cliente.
Como era de esperarse, comenzó a ganar una gran cantidad de clientes y sus ingresos se multiplicaron a tal grado que ahora ya hasta posee su propia marca.
Tal fue el éxito que Eid comenzó a vender 'galletas rotas' veganas, repitiendo la idea: todas las galletas que se rompen a lo largo del proceso de producción son rescatadas y vendidas a un menor valor.
Pero cada parte de su marca llamada: “Earth & Wheat”, quien ahora recurre a vender, "cajas de verduras torcidas", mismas que han sido toda una novedad en todo el Reino Unido.
"Quería cambiar las percepciones de las personas sobre cómo vemos los alimentos como un todo por el bien de nuestro planeta, informando a las personas que la comida rara no es algo que debamos descartar o tirar. directamente a la basura. ¡Así nació Earth & Wheat!", dijo sobre su flamante empresa.
Y es que el joven emprendedor incluye en su caja de verduras una variedad de vegetales que va desde papas, brócoli, zanahorias, maíz dulce, chiles, nueces, tomates, cebollas y más, todo se rescata directamente de granjas en el Reino Unido.
GBR.