Barron Trump, el hijo de Donald Trump y Melania Trump, sorprendió a millones de personas en el mundo después de su reaparición en el funeral de Ivanna Trump realizado este martes 20 de julio en la iglesia St. Vicent Ferrer en el Upper East Side de Nueva York.
El joven de 16 años se alejó del ojo público durante un año y muchos aseguran que a su regreso se ha convertido en la viva imagen de su padre.
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La última vez que se le vio en público fue en el verano del año pasado cuando fue fotografiado junto a su madre paseando por las calles de La Gran Manzana con un look informal y el cabello más largo.
El hijo más pequeño del expresidente de Estados Unidos, que el pasado 20 de marzo celebró su cumpleaños 16, ha crecido atento a cada paso de su padre, apoyándolo en cada acto desde que se convirtió en presidente del país norteamericano.
Barron no solo se parece físicamente a su padre, también sus gestos e incluso su forma de andar son iguales a las de su padre, esto sin mencionar que se peinan igual y poseen los mismos gustos a la hora de vestir.
Eso sí, Barron ha logrado superar a su padre en estatura, que no se sabe ciertamente de dónde la heredó, aunque muchos aseguran que se debe a la ascendencia eslovaca de su madre.
Trump comentó el año pasado, sorprendido y orgulloso, en una entrevista que con sólo 15 años, su hijo ya alcanzaba una altura de 6’7 pies (casi dos metros).
Donald Trump estuvo casado con Ivana, madre de sus tres hijos mayores, desde abril de 1977 hasta 1992, después contrajo matrimonio con Marla Maples, de 1993 a 1999, y posteriormente unió su vida a Ivana con quien se casó en el 2005.
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