En septiembre pasado acaparó las miradas internacionales el arribo de la nueva primera ministra Liz Truss tras la dimisión de Boris Johnson. Inclusive pudo todavía ser nombrada por la fallecida monarca Isabel II en el Castillo de Balmoral. Sin embargo, a pocos días de su nombramiento el polémico príncipe Andrew ya la supera en popularidad.

Actualmente la primera ministra está en la cuerda floja, es rechazada por la opinión pública y es cuestionada por su propio partido a seis semanas de su gestión. Todo se ha incentivado a raíz de que renunció a casi la totalidad de las medidas que componían su plan económico. Pese a ello, Truss ha dicho desafiante que no piensa dimitir.

El plan económico de Truss prometió recortes de impuestos no financiados, incluso para el tramo de ingresos más rico, durante una crisis que ha encarecido el costo de la vida entre los británicos y a nivel mundial por la inflación. El valor de la libra se desplomó, elevando la inflación y miles de productos hipotecarios fueron retirados por los bancos.

Por su parte, el príncipe Andrew ha estado envuelto en polémicas en los últimos años. Según los informes, él y el financiero Jeffrey Epstein se conocieron en 1999 , y Andrew reconoció haberse alojado en varias de las propiedades de Epstein a lo largo de los años. Más tarde, en 2019, Epstein fue arrestado por múltiples cargos relacionados con el tráfico sexual y luego se suicidó en la cárcel.

 

La caída de Liz Truss por debajo de Andrew

La encuesta más reciente de la firma de investigación de mercados y análisis YouGOv, con sede en Reino Unido, divulgó este martes una encuesta en la que el diez por ciento de los británicos tiene una opinión favorable de la asediada líder del Partido Conservador, mientras que el 80 por ciento tiene una opinión negativa.

Dentro de la misma investigación, el 55 por ciento de los conservadores quieren que Truss renuncie. Estos datos recopilados entre el 14 y 16 de octubre por la firma indican que la primera ministra británica tiene una aprobación neta de -70, es decir, seis puntos por debajo de las cifras más recientes del príncipe Andrew.

Este martes, la mandataria británica intentó recuperar el poder después de que sus planes económicos fueron destrozados y repudiados por un jefe del Tesoro al que se vio obligada a designar para evitar el colapso total de los mercados financieros. Sin embargo, se dice que continúa en el gobierno porque el propio partido esta dividido.

La animada prensa política británica, generalmente dividida, esta vez está unida en la opinión de que el gobierno de Truss está condenado. El tabloide The Sun, de línea conservadora, la calificó de “PM fantasma” y dijo que “por el bien del país, no podemos seguir así”. The Guardian, de tendencia centroizquierdista, comparó a los conservadores con una tripulación de amotinados: “Truss no ha abandonado a su partido. Pero parece que este la ha abandonado a ella”.

Renuncias y sacudidas al gabinete de Liz Truss

La ministra del Interior de Gran Bretaña, Suella Braverman, dejó el gobierno de la primera ministra Liz Truss, de acuerdo con información de medios del Reino Unido difundida este miércoles. Esta sería la segunda salida del gabinete que ocurre de forma repentina.  Aunque la salida de Braverman, coinsiderada del ala dura del Partido Conservador, no quedó clara de inmediato, trascendió que se debió a que pugnó con la primera ministra por el liderazgo de la formación.

Esta nueva renuncia marcaría la segunda salida más importante entre el equipo de ministros en menos de una semana, luego de que la mandataria se viera forzada a destituir al dirigente de la cartera de Finanzas, Kwasi Kwarteng, el pasado viernes 14 de septiembre.

Tras la destitución de su ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, que fue sustituido por Jeremy Hunt, su antiguo rival en la carrera por Downing Street, Truss podría llegar a la conclusión de que su autoridad está irremediablemente dañada y que debe dimitir.

 

Algunos podrían considerar a otras figuras políticas del Partido Conservador como el ex rival de Truss, Rishi Sunak. El funcionario disputó contra la actual primera ministra la sucesión de Boris Johnson quien renunció a su cargo tras el escándalo del ‘partygate’.

mva