Un crucero que había partido de Miami el 8 de enero para un viaje de dos semanas tuvo un inesperado final, ya que debió desviarse de su ruta pues un juez ordenó la incautación de la embarcación debido a una deuda millonaria.
El Crystal Symphony estaba programado para llegar a Miami el sábado, pero a mitad del viaje, un juez federal de los Estados Unidos giró la orden por una demanda por facturas de combustible no pagadas, indica The New York Times.
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Por ello, el barco cambió de rumbo hacia Bimini, en las Bahamas, según un rastreador de cruceros, en lugar de navegar hacia la zona continental de Estados Unidos.
A los viajeros se les proporcionó una noche extra de alojamiento, y el domingo, los pasajeros fueron llevados en ferry a Port Everglades en Fort Lauderdale, Florida.
“Este final del crucero no fue la conclusión de las vacaciones de nuestros huéspedes que originalmente planeamos”, dijo la compañía.
Compañía de cruceros debe millones de dólares
El cambio de rumbo se produjo después de que un juez estadounidense ordenara el jueves la incautación del barco como parte de una demanda presentada contra Crystal Cruises por falta de pago de combustible.
Peninsula Petroleum Far East presentó una demanda el miércoles en un tribunal federal del sur de Florida contra Crystal Cruises y Star Cruises por adeudar un total combinado de más de 4,6 millones de dólares.
La semana pasada, Crystal anunció que había suspendido las operaciones de dos de sus barcos hasta el 29 de abril y que sus cruceros fluviales se suspendieron hasta finales de mayo.
“La suspensión de las operaciones brindará al equipo de administración de Crystal la oportunidad de evaluar el estado actual del negocio y examinar varias opciones para avanzar”, dijo la línea de cruceros en un comunicado.
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CRS