Si eres de las personas quienes se ha vuelto adicto a los filtros en redes sociales, este podría ser un trastorno. Es conocido como “Snapchat dismorfia” un síndrome de personas que quieres parecerse a sus selfies con filtro.
Los casos se han registrado, sobre todo, en personas jóvenes quienes han abusado de los filtros de Instagram y Snapchat. De acuerdo con la encuesta Consumer Beauty Insights, el 95% de los españoles considera que cambiaría algo en su físico.
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La culpa es de los filtros
Los encuestados no están de acuerdo con su rostro, algo de su abdomen o la calidad de su piel por lo que no descartan algún tratamiento estético.
La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) indicó que el número de tratamientos médicos aumentó desde el 2016 hasta llegar al 35.9% de la población cuando antes estaba en 5.4%.
Los retoques estéticos estaban dirigidos a personas con edad avanzada quienes buscaban ocultar algunos signos de envejecimiento.
Sin embargo, el estudio indica que ahora los más interesados son los jóvenes quienes buscan mejorar su autoestima. Los médicos han escuchado que los jóvenes llegan pidiendo verse igual que cuando se colocan algún filtro en redes sociales.
De ahí viene el “Snapchat dismorfia” que es un trastorno de autopercepción y va en aumento para los jóvenes. Inglaterra ya prohibió los tratamientos con bótox y ácido hialurónico para los menores de 18 años ante la creciente demanda.
En casos extremos, algunas personas llegan al aislamiento social solo por vivir a través de las redes por lo que se encierran en casa y abandonan sus relaciones.
Todo esto deriva en casos de ansiedad, depresión, autolesiones e ideas suicidas. Todas consecuencias de acostumbrarse a través de los filtros de sus redes sociales.
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chp