Hoy en día continuamos enfrentándonos contra el COVID-19, además de protegernos la boca y la nariz, se sabe que a través de los ojos también nos podemos contagiar.
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Los ojos pueden tener contacto con gotas de saliva de quien esté contagiado de coronavirus y de esta manera te podrías infectar.
Gracias a un estudio se encontró que el utilizar lentes de manera rutinaria durante más de 8 horas al día, podría estarte protegiendo contra el SARS-CoV-2.
Otro estudio aseguró que a pesar de protegerse con cubrebocas quirúrgico de tres capas, guantes, cubiertas para calzado y ungüento con alcohol, se encontró que el 19% de trabajadores de salud se contagiaron.
Al saber esto, se introdujo el uso de protección facial y los trabajadores dejaron de infectarse.
Según la revista médica The Lancet, el área de la superficie del ojo es grande si se compara con la superficie de la boca y de las fosas nasales, por lo que es más fácil que las gotitas entren.
A pesar de que la película lagrimal protege esta superficie, también es un vehículo no reconocido del virus hacia la zona de la nariz.
“Existe una fuerte evidencia circunstancial de que la transmisión de persona a persona puede estar mediada por partículas cargadas de virus que acceden a los ojos y a la película lagrimal que se transmiten con relativa rapidez a través del drenaje lagrimal a un reservorio nasofaríngeo”.
De acuerdo con un metanálisis del año pasado, se informó que el uso de cubrebocas quirúrgico en lugares no sanitarios no se asoció con alguna reducción significativa en cuanto a la enfermedad.
Por lo que el uso de una protección facial podía proteger doblemente, acompañándolo del correcto uso de cubrebocas.
Con información de El Financiero.
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amv