Aferrado a continuar al frente de la presidencia de Estados Unidos, durante las últimas semanas de su mandato, Donald Trump hizo hasta lo imposible para impugnar las elecciones de 2020 en las que perdió contra Joe Biden. A tal grado llegó su ambición que presionó al Departamento de Justicia para que investigara denuncias infundadas de fraude electoral.
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Esto a pesar de que el entonces secretario Jeffrey Rosen ya había dicho que no había pruebas de fraude generalizado.
La revelación surgió este martes cuando se dieron a conocer emails por la Comisión de Supervisión de la Cámara baja. Los correos revelan que el expresidente y sus aliados trataron de hacer que Rosen se sumara a la campaña de Trump para impugnar el resultado de las elecciones, e incluso le sugirieron que presentara un recurso ante la Corte Suprema, según la agencia AP.
Trump utilizó fake news para convencer a funcionarios
Los correos electrónicos muestran que Trump presionó a funcionarios de distintos organismos del gobierno por medio de denuncias falsas. En el caso de Rosen, los mensajes incluyen teorías conspirativas desmitificadas e información falsa sobre fraude electoral.
Sin embargo, tanto funcionarios de Seguridad Nacional y Justicia, como dirigentes republicanos de todo el país aseguraron reiteradamente que no hubo fraude generalizado, incluso el exsecretario de Justicia William Barr, uno de los fieles de Trump.
Pero quienes sí creyeron en estas teorías fueron miles de seguidores del magnate, las cuales fueron la chispa para que una turba iracunda atacara el Capitolio el pasado 6 de enero.
Los manifestantes buscaban impedir la certificación de la victoria de Joe Biden, en un hecho sin precedentes que trastocó a la sociedad estadounidense.
El jefe del despacho presidencial, Mark Meadows, pidió a Rosen que investigara teorías conspirativas y lo instó a reunirse con un aliado de Rudy Giuliani, el abogado de Trump, quien sostenía sin fundamento que Italia empleaba satélites y tecnología militar para alterar votos.
Cuando Rosen le reenvió el email de Meadows a Rich Donoghue, el subsecretario de Justicia en funciones, este respondió en una nota, “locura total”. Rosen le escribió que se le pidió que el FBI se reuniera con el socio de Giuliani y el respondió que no, que el hombre podía llamar al teléfono del FBI habilitado para recibir denuncias o acudir a una oficina local de la agencia. Giuliani se consideró “insultado” por la respuesta.
“Preguntado si recapacitaría, me negué rotundamente, dije que no brindaría un trato especial a Giuliani o cualquiera de sus ‘testigos’, y reafirmé una vez más que no hablaré con Giuliani sobre este asunto”, escribió Rosen.
CRS