La pandemia de coronavirus llegó trastocar la vida de millones de persona en el mundo, en especial la de los migrantes que están lejos de su lugar de origen que perdieron sus trabajos o hasta el alimento de sus mesas.
Afortunadamente, la solidaridad de estos tiempos tan difíciles se tradujo en una iniciativa innovadora para al menos paliar el hambre, y se llamó "Refrigeradores comunitarios".
Probablemente haya visto aparecer una biblioteca comunitaria, ya que a menudo se ven en diferentes vecindarios. Por lo general, están llenos de libros usados que las personas pueden tomar, así como dejar los libros con los que han terminado.
LLas personas de la comunidad pueden dejar cualquier alimento extra que tengan, y aquellos que necesitan comida pueden tomar lo que quieran de la nevera.
Puedes tomar lo que quieras, sin necesidad de papeleo
"Los refrigeradores comunitarios, o "freedges", existen en todo el país en vecindarios que están tratando de frenar la inseguridad alimentaria y el desperdicio de alimentos mientras construyen una comunidad. Hay cientos de liberidades, y más están apareciendo todo el tiempo.
Esta iniciativa se ha convertido en la esperanza y la salvación para muchas personas en Estados Unidos
Estos refrigeradores no tienen candado, no hay nadie vigilándolos, no hay formularios o filas, tampoco hay límites en las porciones. Están abiertos y funcionando todos los días, las 24 horas.
¿Para qué sirven?
El objetivo principal de los frigoríficos comunitarios es reducir inseguridad alimentaria, al tiempo que mitiga desperdicio de alimentos. Permiten que las personas que enfrentan dificultades tengan fácil acceso a alimentos frescos y nutritivos. Los refrigeradores ofrecen una amplia gama de alimentos, desde productos enlatados hasta productos frescos y comidas precocinadas. Las comidas precocinadas deben etiquetarse cuando se donan.
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