Para nadie es un secreto que la pobreza extrema y la violencia, obligan a miles de latinos a salir de sus hogares en busca de un mejor futuro para ellos y sus familias, pero muchas veces el destino tiene otros planes.
Hace unos días, se registró uno de los accidentes más trágicos en los últimos 32 años, pues murieron 55 migrantes en el estado de Chiapas al interior de un tráiler, en su mayoría guatemaltecos.
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Y es que, miles de indocumentados tienen que recurrir a condiciones realmente degradantes para salir de sus países, y en su mayoría ponen como destino final Estados Unidos.
Sin embargo, sus sueños no son como ellos quisieran, pues muchos se han enfrentado a algunos contratiempos que trunca o retrasa su llegada a la frontera norte entre México y EE.UU.
Fue por la noche del pasado domingo 12 de diciembre cuando algunos migrantes se enfrentaron con autoridades en el estado de Puebla y esto fue lo que sucedió.
Rumbo a ver a la “Virgen Morena”
Con motivo de la celebración de la Virgen de Guadalupe, varios migrantes iban rumbo al cerro del tepeyac para encomendar su camino y vidas a la madre azteca, pero las autoridades no lo permitían.
De diferentes nacionalidades, los migrantes latinos caminaban a lo largo del territorio mexicano para llegar a la Ciudad de México, pero de acuerdo con el testimonio de ellos, las autoridades les bloquearon el paso en la autopista México-Puebla, a unos metros del puente de la Concordia.
Justo después de las 17:00 horas (hora del centro de México), la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) colocó camiones y al grupo antimotines quienes les impidieron seguir su camino, pero las intenciones de las autoridades eran otras, pues querían evitar más disturbios.
Con el afán de seguir con su camino, migrantes centroamericanos y autoridades mexicanas se enfrascaron en un aparatoso enfrentamiento con saldo blanco y sin consecuencias mortales.
Antes de que llegaran a los golpes, el secretario de Gobierno de la Ciudad de México, Matí Batres, informó que intentaron negociar con los migrantes pero de inmediato se abalanzaron en contra la policía.
Tan sólo con algunos heridos, alrededor de las 22:00 horas, Batres Guadarrama apuntó que la caravana migrante se dirigiría “de forma ordenada” a la Basílica de Guadalupe.
Y es que se trataba de un grupo de 500 elementos de la SSC, pues tenían la intención de canalizar a la caravana hacia un albergue, pues el recinto católico se encontraba lleno con peregrinos.
La caravana salió desde el pasado 23 de octubre de Tapachula, Chiapas, con la intención de llegar a Estados Unidos antes de que termine el año, misma que estaba conformada, por ciudadanos de Haití, Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
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