El príncipe Harry buscó la ayuda de una médium que dijo que podía demostrar que estaba hablando con su difunta madre porque Diana se estaba "riendo" de que Archie rompió un adorno de la difunta reina Isabel II.
El incidente al que se hace referencia tuvo lugar en 2020 cuando Harry y Meghan decidieron continuar con la tradición germánica de la familia real británica de abrir los regalos en Nochebuena.
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Meghan le dio a Harry un adorno de la reina Isabel II que había comprado en una tienda local. Harry escribe en su libro que era "la cara de la abuela en forma de T" y lo colgó directamente en el gran árbol de Navidad en su casa de California.
El pequeño Archie estaba corriendo y golpeó la base del árbol, lo que provocó que el adorno se cayera y se rompiera en pedazos. Harry recuerda cómo su hijo agarró una botella y trató de rociar agua sobre las piezas rotas, con la esperanza de que eso lo arreglara.
“No, Archie, no, no rocíes a Gan-Gan”, aparentemente le dijo Meghan. Harry escribe: "Agarré un recogedor y barrí las piezas, mientras pensaba: esto es raro".
En la obra explica que todo se aclaró más tarde cuando fue, por recomendación de amigos, a consultar a una mujer que decía tener "poderes" para hablar con las personas fallecidas.
Dijo que sentía una "energía" a su alrededor y que ella también sentía eso por él, diciéndole "tu madre está contigo... ahora mismo".
La psíquica dijo que Diana sabía que él tenía preguntas que responder, pero quería decirle que estaba orgullosa y lo apoyaba. La médium continuó diciendo que su madre le decía que su hijo estaba “viviendo la vida que ella no podía”. Estás viviendo la vida que ella quería para ti.
Harry escribe que sintió que necesitaba pruebas cuando la médium le dijo: "Tu madre dice... el adorno. Tu madre dice... ¿algo sobre un adorno navideño? de una madre? ¿O una abuela? ¿Cayó? Archie trató de arreglarlo. Tu madre dice que se rió un poco por eso".
"Ella estaba allí", concluye Harry.
La difunta madre del príncipe dio gran importancia a los médiums, clarividentes y otros guías espirituales. La princesa Diana consultaba regularmente a psíquicos, apodando a uno que le había recomendado la duquesa de York como "la mujer bruja de Fergie", y Madame Vasso, una mística griega, la animó a sentarse bajo una pirámide de plexiglás.
abc