El príncipe Andrés habló este domingo por primera vez sobre la muerte de su “querida mamá”, la reina Isabel II, quien lo despojó de sus afiliaciones militares honorarios por su estrecha relación con el pedófilo Jeffrey Epstein.
“Querida Mami, Madre, Su Majestad, tres en uno. Su Majestad, ha sido un honor y un privilegio servirle. Madre de la nación, tu devoción y servicio personal a nuestra nación es único y singular; tu gente muestra su amor y respeto de muchas maneras diferentes y sé que estás buscando honrar su respeto. Mamá, tu amor por un hijo, tu compasión, tu cuidado, tu confianza atesoraré por siempre. He encontrado tu conocimiento y sabiduría infinitos, sin límite ni contención”, dijo Andrew, de 62 años, en su declaración acompañada de una foto de él cuando era niño con su madre.
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El duque de York ha estado bajo un intenso escrutinio desde su entrevista con la BBC, en 2019, en la que trató de justificar su estrecha relación con Epstein y la señora condenada por tráfico sexual Ghislaine Maxwell.
La reina despojó a Andrés de sus títulos reales y militares en enero, un día después de que un juez de Manhattan permitiera que avanzara la demanda por agresión sexual presentada por Virginia Roberts Giuffre contra el miembro de la realeza británica.
Giuffre, una de las acusadoras de Epstein, demandó a Andrés en agosto de 2021 alegando que tuvo relaciones sexuales con ella tres veces cuando era adolescente en Londres, Nueva York y las Islas Vírgenes de Estados Unidos.
Las dos partes resolvieron el caso en febrero, y una fuente le dijo a The Post que el príncipe se vio obligado a pagarle a Giuffre un total estimado de 12 millones de dólares.
Andrés ha dicho que "lamenta" su asociación con Epstein y Maxwell, y ha negado repetidamente cualquier acusación de conducta sexual inapropiada.
Debido a la pérdida de sus títulos militares y la designación de "Su Alteza Real", a Andrés no se le ha permitido ponerse su uniforme militar durante las procesiones fúnebres de su madre.
En su declaración del domingo, el príncipe dijo que extrañará de la reina Isabel II sus "percepciones, consejos y humor".
“Mientras nuestro libro de experiencias se cierra, otro se abre, y siempre te mantendré cerca de mi corazón con mi más profundo amor y gratitud, y caminaré con gusto en el siguiente contigo como mi guía”, escribió, luego asintió hacia su hermano, el rey Carlos III, al terminar la declaración con "Dios salve al rey".
abc