Lo que parecía ser una noche espectacular terminó en lágrimas y enojo para muchos, esto sucedió durante el concierto de Bad Bunny en el Estadio Azteca este viernes 9 de diciembre.
Y es que muchos de los fanáticos no pudieron entrar al concierto de la gira “Bad Bunny Worlds Hottest Tour Stadiums 2022” aunque tenían el boleto en mano y ya se encontraban fuera del recinto del sur de la Ciudad de México.
Te podría interesar
Al momento de escanear sus boletos, los encargados les dijeron que estaban clonados, eran falsos, estaban cancelados o no habían sido activados por Ticketmaster.
La mayoría de estas personas aseguran haber comprado en las en la página oficial de Ticketmaster y durante la preventa Priority, la cual es una de las primeras para poder adquirir los boletos.
Se estima que miles de personas quedaron fuera del concierto, ya que tanto en fotografías como en videos se observaba el vacío principalmente en la pista. Incluso el evento comenzó mucho más tarde de lo que se tenía planeado, y algunos creyeron que se cancelaría debido al caos.
Otras imágenes muestran las personas que se encontraban afuera del recinto esperando a poder entrar pero los accesos fueron cerrados, ya que colocaron vallas.
Ante esto, más de dos mil elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México arribaron al lugar para implementar dispositivos de seguridad y vigilancia, aunque hubo enfrentamientos que no fueron considerados graves.
Asimismo, otras personas decidieron tomar las redes sociales para informar sobre lo que estaba sucediendo, pues a muchos de ellos les quitaron los boletos o bien se lo rompieron.
Ante esto, muchos esperan hacer una demanda colectiva en contra de Ticketmaster y de Ocesa que son los encargados de este tipo de eventos masivos.
Mientras que el "Coloso de Santa Úrsula" se ha deslindado por completo de los problemas que ocurrieron la noche de este viernes y pide los afectados denunciar en contra de Ticketmaster.
Esta no es la primera vez que sucede algo por el estilo o que se acusa de clonación masiva de boletos, pues este año en conciertos como Dua Lipa, Justin Bieber, Harry Styles, entre otros, ha sucedido lo mismo.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que Ticketmaster es señalado por este tipo de prácticas, pues en la década de los noventa la banda de grunge Pearl Jam intento sin éxito, pues los acusaron se ser un monopolio y por cobrar grandes cantidades en las tarifas de servicios adicionales, lo que aumentaba el precio de los boletos.
Actualmente, otro de los problemas que se ha suscitado fue en Estados Unidos con la masiva compra de boletos para la nueva gira de Taylor Swift en la que vendieron dos millones de boletos y más de 15 millones de personas no alcanzaron una entrada, además de que se presentaron problemas a través de su página web al nivel de tener que cancelar la venta. Ahora, enfrentarán una serie de demandas después de que los fans de la cantante no aceptarán un trato y decidieran llegar hasta el juicio.
amv