El estado de Oklahoma ejecutó este jueves a James Coddington, de 50 años, el primero de los 25 presos condenados a muerte que el estado tiene la intención de ejecutar en los próximos dos años.
Coddington, quien fue sentenciado a muerte por asesinar a Albert Hale en 1997 en medio de su lucha contra la adicción al crack, fue ejecutado después de que el gobernador republicano Kevin Stitt negara el miércoles su pedido de clemencia.
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Los abogados y defensores de Coddington esperaban que se salvara su vida, señalando su remordimiento por el asesinato de Hale, su infancia traumática y su rehabilitación mientras estaba en el corredor de la muerte de Oklahoma.
"Hoy no es un buen día, no es un mal día, es solo un nuevo día para nuestra familia. Finalmente podemos seguir adelante. No va a curar nada, pero cierra este capítulo", dijo a los periodistas Mitchell Hale, hijo de la víctima, después de asistir a la ejecución.
Las ejecuciones habían estado suspendidas en dicho estado debido a la historia reciente de inyecciones letales fallidas, las cuales se remontan a 2014 con la ejecución de Clayton Lockett, quien se retorció y gimió en la camilla durante 43 minutos antes de sufrir un ataque al corazón.
Los partidarios de Coddington habían tratado de salvarle la vida, incluso durante una audiencia este mes ante la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Oklahoma, que votó 3-2 para recomendar que Coddington recibiera clemencia, enviando la decisión a Stitt.
Coddington había pedido que su sentencia fuera conmutada por cadena perpetua, donde sus defensores, entre ellos el exdirector del Departamento de Correcciones del estado y ex presidente de la Cámara de Representantes del estado, dijeron que finalmente había superado su adicción y podría servir como una buena influencia para otros reclusos.
Stitt finalmente negó el indulto después de haber revisado los argumentos de ambas partes, dijo su oficina el miércoles en un comunicado.
La siguiente ejecución
El siguiente en ser ejecutado en Oklahoma habría sido Richard Glossip, quien sostiene que es inocente del asesinato de su jefe en 1997. Estaba programado para ser ejecutado el 22 de septiembre, pero Stitt emitió la semana pasada una suspensión de 60 días para permitir que un tribunal de apelaciones considere una nueva audiencia.
Es la cuarta suspensión o indulto de Glossip, según sus abogados. Su ejecución ahora está programada para el 8 de diciembre. Eso significa que la ejecución del recluso Benjamin Cole Sr. es la siguiente, el 20 de octubre.
Cole fue sentenciado a muerte por un asesinato en 2002, pero sus abogados argumentan que no es apto para la ejecución debido a una "profunda enfermedad mental y daño cerebral".
Los expertos médicos le han diagnosticado esquizofrenia paranoide, dicen en documentos judiciales, y han solicitado una audiencia de competencia antes de la fecha de su ejecución.
abc