Después de unos días de la retirada de tropas estadounidenses y la toma de poder los talibanes en Afganistán, parece que la relación entre el presidente Joe Biden y el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, podría verse afectada por esto.
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Hace unos días, ambos se comunicaron vía telefónica para hablar sobre las estrategias y facilitar la salida de afganos de Kabul y "acordaron continuar trabajando juntos para asegurar que aquellos que son elegibles para salir lo puedan hacer, incluso cuando haya concluido la fase inicial de la evacuación", según un vocero de Downing Street.
Además, conversaron sobre continuar con su relación diplomática con el propósito de proteger "el progreso hecho en Afganistán" y "evitar una crisis humanitaria".
A pesar de esto, Johnson convocó a la reunión de emergencia G7 para abordar el tema de Afganistán y sus crisis, la cual se celebró este martes con la participación de los mandatarios de EU, Francia, Alemania, Italia, Japón, Canadá, La Unión Europea y el Reino Unido.
En esta reunión se buscaba presionar a Biden para ampliar el plazo de la retirada de tropas de EE.UU. de Afganistán, más allá de la fecha límite que es el próximo 31 de agosto, entre los que lo pidieron se encontraba Johnson.
Esto es parte de la preocupación de los líderes, pues temen no tener tiempo suficiente para sacar no solo a sus ciudadanos, sino también a los afganos. Además de que los talibanes advirtieron que no permitirán más salidas de Kabul a partir de la fecha indicada por la Casa Blanca.
Ante esto, Biden no ha sido convencido, pues cree que al ceder ante los miembros del G7 sería como suplicar a los talibanes.
“Completar la retirada el 31 de agosto, o incluso antes si fuera posible, dependerá de los talibanes”, aseguró Biden.
Aunque, el mandatario estadounidense declaró que habló con el Pentágono para que estén preparados en caso de tener que reajustar el calendario solo si es necesario.
Esta solución no dejó muy satisfechos a los líderes del G7, incluyendo a Boris Johnson, quien fue el anfitrión de la reunión virtual. “Soy realista respecto a los talibanes y nadie pretende que la situación no sea difícil, pero tampoco debemos ignorar la influencia que tenemos”, declaró.
Debido a la insistencia de Boris y a la decisión firme de Biden, no se tiene tan claro el panorama sobre la relación de estos líderes en un futuro y las consecuencias que habrá no solo entre ellos, sino en Afganistán.
Con información de El País y CNN
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amv