La venta de armas de fuego en Estados Unidos va camino de cifras récord en 2021, esto después de que en 2020 la demanda se disparara con la irrupción de la pandemia de coronavirus, principalmente empujada por las protestas contra el racismo y la brutalidad policial tras la muerte de George Floyd.
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De acuerdo con datos del Buró Federal de Investigaciones (FBI) obtenidos por CBS, las solicitudes de revisión de antecedentes penales para adquirir un arma han aumentado un 31% entre enero y mayo, respecto al mismo periodo de 2020.
En los primeros cuatro meses de este año se han llevado a cabo casi 16 millones de estos informes de antecedentes. Aunque ningún estudio lo respalda, el contexto de incertidumbre tras el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero y el flujo constante de información falsa en redes sociales sobre el fraude electoral que nunca existió, es unos de los factores que los observadores señalan como posibles desencadenantes de una explosión en la venta de armas en el primer trimestre del año.
Otro de los factores se debió a la reactivación de la discusión sobre el control de su venta, el propio presidente Joe Biden anunció algunos controles vía decreto el pasado mes de abril, específicamente para limitar el uso de las llamadas armas fantasmas. Una serie de tiroteos masivos, entre ellos los de Boulder y Atlanta, llevaron al mandatario a anunciar estas medidas.
El decreto ordena al Departamento de Justicia emitir nuevas reglas para detener la proliferación de armas de fuego sin número de serial (o fantasmas) porque fueron fabricadas de forma artesanal.
Otras iniciativas legislativas que se activaron en la Cámara de Representantes, especialmente la prohibición de venta de armas de asalto, no tienen mucho futuro por su oposición republicana en el Senado, pese a que una prohibición similar durante el gobierno de Bill Clinton tuvo efectos notorios en su uso, especialmente en tiroteos masivos.
Los datos de ventas confirman esa tendencia: en los tres primeros meses de 2021 se han vendido unos 5.5 millones de armas de fuego, un 13% más que en el mismo trimestre del año anterior, según las cifras de la National Sport Shooting Foundation (NSSF), una asociación comercial estadounidense de esta industria.
Esa cifra es la más alta en un periodo de tres meses desde 1999, según indica CBS News en base a datos de la NSSF y el FBI. Si se mantiene esa tendencia, las ventas de armas podrían superar este año a las de 2020, que ya fueron récord con un total de 21 millones.
Hace dos décadas, en Estados Unidos se vendían menos de la mitad de las armas que ahora. En el año 2000, por ejemplo, la cifra no superaba los 8.5 millones.
" La violencia por armas de fuego en este país es una epidemia. Y tiene que parar", dijo Biden, para quien este es un asunto que representa una "vergüenza" internacional para el país.
Un promedio de 106 estadounidenses mueren cada día por arma de fuego y cientos más resultan heridos, según las cifras que presentó el presidente. Su fácil acceso no solo lleva a cometer delitos, sino que además muchas personas con problemas de salud mental acuden a ellas para suicidarse.