En un viaje histórico que ha capturado la atención de entusiastas ferroviarios y curiosos por igual, la locomotora “La Emperatriz” está recorriendo Norteamérica, cruzando tres países y dejando una estela de admiración a su paso. Este viaje no solo representa un homenaje a los tiempos dorados del ferrocarril, sino también una oportunidad para revivir el romance de los trenes en una era dominada por la tecnología digital.
Construida en diciembre de 1930 por Montreal Locomotive Works, la Hudson no. 2816 o “La Emperatriz” es una máquina que ha resistido el paso del tiempo. Originalmente destinada al servicio rápido de carga y pasajeros en el este de Canadá, esta locomotora de vapor ha sido testigo de décadas de cambios y transformaciones en la industria ferroviaria.
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Tras casi 30 años de servicio, “La Emperatriz” se retiró en mayo de 1960. Sin embargo, su historia no terminó ahí. En marzo de 1999, experimentó una conversión crucial: de carbón a petróleo. Esta adaptación permitió que la locomotora continuara operando y se convirtiera en un símbolo de tenacidad y perseverancia.
Con una longitud extrema de 27.8 metros, una altura de 4.6 metros y un peso extremo de 291,665 kilos, “La Emperatriz” no pasa desapercibida. Su nombre, otorgado por la Canadian Pacific Railway, evoca elegancia y nobleza, y se suma a la tradición de bautizar barcos y aviones de la compañía con títulos similares.
Desde Calgary, Canadá, hasta la Ciudad de México, “La Emperatriz” ha recorrido ciudades emblemáticas. Edmonton, Saskatoon, Winnipeg, Minneapolis, Kansas City, St. Louis, Memphis, Little Rock y Shreveport han sido testigos de su paso majestuoso. Cada parada ha estado marcada por ceremonias de bienvenida, actividades para el público y una sensación de nostalgia por los días en que los trenes eran el corazón de la conectividad.
La Canadian Pacific Kansas City (CPKC) ha emitido advertencias de seguridad para mantenerse alejado de las vías y cruces de paso durante la exhibición de “La Emperatriz”. Desafortunadamente, ayer se reportó un incidente fatal en Villagrán, Hidalgo, cuando una mujer intentó tomarse una selfie cerca de la locomotora y fue impactada por el tren. Este trágico suceso sirve como recordatorio de la importancia de la precaución y el respeto hacia estas máquinas centenarias.
“La Emperatriz” encarna la resistencia, la historia y la pasión por los trenes. Su viaje continúa, y el 7 de junio, llegará a la Ciudad de México, marcando el final de su travesía por tres países. Quienes la han visto pasar no solo han admirado una locomotora, sino también un pedazo de la historia que sigue rodando sobre rieles.