El este de Estados Unidos y Canadá se prepara para enfrentar una intensa ola de calor que traerá temperaturas superiores a los 38 grados Celsius. El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) ha emitido una advertencia sobre una ola de calor que se extenderá desde las Llanuras Centrales hasta los Grandes Lagos, el valle de Ohio, el noreste y el noroeste. Esta situación climática extrema alcanzará su punto máximo entre el martes y el jueves, antes de concentrarse en el Medio Oeste y el norte del valle del río Tennessee para el viernes.
El NWS ha alertado que esta ola de calor podría afectar a más de 63 millones de personas, con ciudades como Chicago, Atlanta y Nueva York esperando temperaturas que rondarán los 35 grados Celsius. La combinación de altas temperaturas y elevados niveles de humedad agravará la sensación térmica, haciendo que las condiciones sean aún más insoportables. Las autoridades han instado a la población a tomar precauciones, especialmente a las personas vulnerables, como los ancianos y aquellos sin acceso a una adecuada ventilación.
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La situación es especialmente crítica en Canadá, donde las provincias de Ontario y Quebec enfrentarán temperaturas superiores a los 35 grados Celsius. Con la alta humedad, la sensación térmica en estas regiones podría superar los 40 grados. Esta ola de calor llega apenas una semana después de que el Servicio Meteorológico de Canadá advirtiera que el verano sería más cálido de lo normal debido a la crisis climática. Las autoridades canadienses están en alerta, recordando los eventos de olas de calor anteriores que resultaron en trágicas pérdidas de vidas.
En 2018, Montreal sufrió una ola de calor extremo que causó la muerte de al menos 66 personas debido a las altas temperaturas y la humedad. Tres años después, en julio de 2021, una ola de calor en la provincia de Columbia Británica, con temperaturas que llegaron a los 50 grados Celsius, resultó en cerca de 500 muertes. La mayoría de las víctimas eran personas vulnerables que vivían en hogares sin la adecuada ventilación, especialmente en ciudades como Vancouver. Estos antecedentes subrayan la gravedad de la actual ola de calor y la necesidad de tomar medidas preventivas.
Además de las altas temperaturas, el NWS también ha emitido una advertencia sobre posibles lluvias fuertes y tormentas severas que podrían ocurrir en el centro-norte de las Llanuras y en el norte de Minnesota. Estas condiciones climáticas adversas podrían desplazar aún más la ola de calor hacia el sur, complicando la situación para las regiones afectadas. Las autoridades están monitoreando de cerca estas condiciones para emitir alertas adicionales según sea necesario.
La llegada de esta masa de aire cálido no solo pone en riesgo la salud pública, sino que también destaca la importancia de la preparación ante eventos climáticos extremos. La crisis climática global está intensificando la frecuencia y la severidad de estos eventos, lo que hace crucial que las comunidades y las autoridades desarrollen estrategias efectivas de respuesta y mitigación. Las advertencias actuales deben ser tomadas en serio para evitar tragedias como las ocurridas en años anteriores.
La población debe seguir las recomendaciones de las autoridades, mantenerse hidratada, evitar la exposición prolongada al sol y buscar refugios frescos cuando sea posible. Los servicios de emergencia están en alerta máxima para asistir a quienes lo necesiten y minimizar el impacto de esta ola de calor. Es imperativo que todos tomen medidas para proteger su salud y la de sus seres queridos durante este periodo de temperaturas extremas.
Con la ola de calor prevista para durar hasta el 21 de junio, es crucial que las comunidades se mantengan informadas y preparadas. Las lecciones del pasado resaltan la importancia de la vigilancia y la preparación ante las amenazas climáticas. Solo a través de una respuesta coordinada y consciente se podrán mitigar los efectos de esta ola de calor en el este de Estados Unidos y Canadá