Todos los amantes de la jardinería saben que tanto las plantas como las flores requieren de cuidados muy especiales y aunque cada una de ellas es diferente y necesita otro tipo de elementos, hay cosas básicas que se pueden aplicar para todas y hacer que crezcan de manera muy sana y fuertes, así como evitar que se enfermen o se contagien de alguna plaga, lo cual puede ser bastante sencillo y hasta económico.
Si bien, algunos de los cuidados más básicos que podemos ofrecerle a nuestras plantas y flores es la cantidad adecuada de agua, de acuerdo a lo que necesite para no darle ni más ni menos, así como darle la luz natural del sol sin que se llegue a quemar y siempre ofrecerle sombra cuando lo requiere.
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Pero además de estas cosas básicas, algo que también podemos hacer es ofrecerles abonos o fertilizantes naturales y qué mejor que poderlos hacer en casa sin tener que gastar mucho dinero pues normalmente ocupamos ingredientes que tenemos en la cocina.
Es por ello que en esta ocasión haremos uso de uno de los granos más populares y que mayormente consumimos, se trata del arroz del cual aprovecharemos todos sus beneficios así como las propiedades que nos ofrece con lo que harás que tu jardín se convierta en un paraíso.
Cómo hacer abono casero con arroz para plantas y flores
En esta ocasión, te diremos cómo preparar un abono casero con arroz del que obtendremos grandes nutrientes y principalmente los que nuestras plantas necesitan tales como fósforo, potasio o nitrógeno para que crezcan muy saludables y que en un mejor trabajo que fertilizantes o abonos qué podemos comprar.
Lo único que tendrás que hacer es mezclar arroz con agua dentro de un recipiente y dejar reposar por varios días para que el agua absorba los nutrientes liberados y se pueda enriquecer de todos ellos, y así poder usarlo como fertilizante o abono para plantas y flores.
Cuando hayan pasado estos días, podrás utilizar esta mezcla para poder regar plantas y flores, ya sea en macetas o en tu jardín, ya que ayudará a que a través de las raíces se puedan alimentar y hacer que tengan un mejor crecimiento con el fin de que también puedas evitar productos químicos que en muchas ocasiones son dañinos.