Obtener la ciudadanía estadounidense es una de las grandes metas y sueños de muchos de los inmigrantes que residen en dicho país y aunque se debe cumplir con una serie de requisitos, una de las grandes preguntas es si te pueden negar este trámite o cualquier otro documento en caso de tener tatuajes, pues es el caso más reciente de un centroamericano y aquí te contaremos un poco más de su historia.
Se trata de Luis Asencio Cordero, quien es originario de El Salvador y le fue negada la residencia permanente en Estados Unidos debido a que tenía "tatuajes de pandilleros", lo cual llamó la atención de el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden y ahora se está apelando esta decisión ante una corte.
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Ahora la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos tiene este caso en sus manos y podría marcar un precedente para quienes sean señalados por este tipo de tatuaje y ayudar así a migrantes que se encuentran en el país norteamericano, pues ayudará en un futuro importante.
En 2010, el salvadoreño se casó con una ciudadana estadounidense de nombre Sandra Muñoz, por lo que decidió solicitar la residencia permanente en su país natal y viajó hasta allí y fue donde mostró los tatuajes que se hizo durante su adolescencia, los cuales eran el rostro de Sigmund Freud, la Virgen de Guadalupe y las máscaras de teatro.
Fue en 2018 cuando le dieron la negativa tras su solicitud y le explicaron que la razón de ello eran sus tatuajes a los cuales señalaron que pertenecían a una pandilla salvadoreña, aunque él no pertenece a ninguna de ellos y no hay registro ni vínculo de estos señalamientos, lo cual ha hecho que lleve más de 10 años separado de su esposa.
La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito indicó en 2022 que los derechos constitucionales y maritales de Cordero fueron violados y se está abogando por qué se respeten los derechos que tiene su esposa como ciudadana estadounidense, pues recordemos que a él le pueden otorgar la Green Card por estar casado con ella.
Por lo que ahora tendrá que esperar una respuesta hasta la próxima primavera por parte de la Corte Suprema de Justicia, mientras él se dice con frustración y decepción.
amv