El matrimonio de Charlene de Mónaco y el príncipe Alberto II está al borde del divorcio, así lo aseguran medios extranjeros que han seguido a la pareja desde que comenzó su romance en 2006 y han visto cómo su relación se ha ido para abajo. Los últimos años han sido complicados y se dice que la princesa ya no es feliz con su esposo y lo que quiere es dejar de ser parte de la realeza para recuperar su vida. Según fuentes, estas serían las pruebas de que Charlene quiere divorciarse y huir de la Casa Real de Mónaco.
Poco a poco la relación de Charlene de Mónaco, 45 años y el príncipe Alberto II, 65 años, se ha ido apagando: en los últimos años personas cercanas a la pareja real aseguran que el matrimonio está a punto de acabarse, pero que si no se han divorciado es por dos razones: hacerlo no es bien visto por la realeza y temen el escándalo que esta situación provoque.
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Sin embargo, cada vez son más las veces que se ve a Charlene de Mónaco triste y retraída, al grado que señalan que tuvo que ser internada en un clínica de salud mental para ayudarla a salir adelante. Para los expertos en la Casa Grimaldi, la princesa ya no es feliz con su esposo y posiblemente se siente atrapada, sola y sin alguien que la ayude.
Los seguidores de la pareja real han recapitulado una serie de pruebas que demostrarían que Charlene quiere divorciarse de su esposo porque ya no es feliz con él y porque ha sufrido a su lado. Aseguran que la princesa nunca ha sido feliz en su matrimonio y que incluso intentó huir antes de su boda.
¿Por qué la princesa Charlene de Mónaco NO es feliz con su esposo, Alberto II, y quiere separarse?
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Charlene de Mónaco no quería casarse
Aunque frente a las cámaras mostraban una historia de cuento de hadas, la realidad es que la princesa no quería casarse con Alberto II, así lo publicaron medios internacionales en su momento. El rumor apunta a que Charlene se quiso fugar tres veces antes de la boda, algo que finalmente no logró. De acuerdo con la prensa, su matrimonio fue un arreglo para que el Principado de Mónaco tuviera descendientes.
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Sufrió de malos tratos por parte de la familia del príncipe Alberto
En este sentido se señala a sus cuñadas, Estefanía y Carolina de Mónaco, como las personas que le hicieron la vida imposible a Charlene cuando se integró a la realeza. Convivir con la familia de su esposo nunca fue fácil para la exnadadora y esto, al parecer, repercutió en su felicidad y estado de ánimo.
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Alberto II le habría sido infiel a Charlene de Mónaco
Otra de las pruebas que demostraría que Charlene de Mónaco no es feliz con su esposo es por una supuesta infidelidad que cometió el príncipe Alberto II; aunque el romance de la pareja real se hizo oficial hasta 2006, se dice que llevaban saliendo desde varios años antes y fue justamente en 2003 que él tuvo un hijo, de nombre Alexandre Éric Stéphane, con otra mujer. Esto fue algo que Charlene nunca le perdonó a Alberto.