Puede que lavar ropa no sea tu actividad favorita por el tiempo que conlleva sacar las difíciles manchas, sobretodo los calcetines blancos, que después de un uso prolongado comienzan a percudirse y a ensuciarse; tomando un color amarillento. Con este nuevo truco que te compartimos lograrás dejar tu ropa interior blanca impecable, solo vas a necesitar un ingrediente y sin necesidad de frotar terminará como nueva.
Muchas veces pensamos que debemos tallar en exceso la ropa, para que salgan las manchas más difíciles, sin embargo, debes saber que no todas las prendas se lavan de la misma forma, esto va a depender del tipo de tela, color e incluso el tamaño. La ropa interior como los brasieres, calzones y calcetines, requieren un trato especial para eliminar lo percudido y las salpicaduras que puedan tener por el uso constante.
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¿Por qué los calcetines blancos se ensucian de negro? Las calcetas blancas, en específico tienen a teñirse de negro o marrón en la parte de la planta del pie, esto se debe al roce constante de la prenda con el zapato, y también puede agrandarse el problema si tienes la costumbre de andar descalza por superficie terrosas, asfalto con mucha suciedad o agua sucia o hasta el mismo piso de tu hogar.
Para eliminar lo percudido de la ropa, especialmente los calcetines blancos sin frotarlos hay una gran cantidad de detergentes y productos comerciales que muchas veces no son tan efectivos como aseguran, esta es la razón por la que también existe la posibilidad de hacerlo con remedios caseros con ingredientes fáciles de conseguir y por un menor precio. Si ya has intentado de todo y nada te funciona, sigue el paso a paso que te compartimos a continuación.
¿Cómo quitar las manchas de las calcetas blancas?
Para quitar las manchas marrones y negras de los calcetines blancos sin frotarlos vas a necesitar solamente una cucharada de amoniaco y 2 litros de agua tibia. Ambos ingredientes los vas a revolver hasta que se mezclen. Luego, debes meter las calcetas manchadas en la solución y dejarlos ahí por 30 minutos. Finalmente, sácalos, enjuágalos con abundante agua, voltéalos al revés y así los vas a meter a lavar en la lavadora solo con ropa del mismo color y tipo de tela. De esta forma, fácil y sin frotar tus prendas parecerán como nuevas.
Debes saber que el amoniaco y el color (o lejía) no se deben de mezclar en ningún momento, de lo contrario podría corroer tus prendas y hacerlas más propensas a romperse y desteñirse. Si no tienes amoniaco o el olor te desagrada, no te preocupes, lo puedes sustituir por dos cucharadas de vinagre blanco. Otra opción eficaz es usar jabón de barra o en polvo comercial, que es especial para eliminar manchas.