¿Quién no ama usar tenis? Este tipo de calzado es muy cómodo y se puede portar en cualquier tipo de ocasión en que, vistas de manera casual, especialmente para salir a pasear, pero con el constante uso que les damos es muy probable que se pongan amarillos; más si son de color blanco. Aquí te detallamos cómo quitar este color de tus tenis con un solo ingrediente de tu baño fácil y rápido.
Antes de desechar tus tenis blancos porque con el paso del tiempo se van poniendo amarillos te detallamos un truco para quitarles ese color con un ingrediente de tu baño; la pasta dental o de dientes. Este remedio casero es ideal para las zapatillas que están elaboradas con materiales sintéticos o para la goma del calzado. Lo único que necesitarás para que queden como nuevos y pulcros son los siguientes elementos:
- Pasta dental
- Cepillo de dientes
- Paño o trapo húmedo
El procedimiento para quitar lo amarillo de tus tenis con el ingrediente de baño que no puede faltar en ningún hogar; la pasta dental, es mojar el cepillo de dientes con un poco de agua y ponerle una generosa cantidad de la pasta de dientes. Tendrás que tallar las áreas más sucias y amarillentas, así como las zonas que quieras blanquear. Frota hasta que salga espuma y luego, deja reposar la mezcla en el calzado por 15 minutos. Finaliza limpiando con un trapo húmedo.
Aquí otro remedio para quitar lo amarillo de tus tenis
Otra forma de quitar lo amarillo de tus tenis con un ingrediente de cocina es con sal gruesa o de mar y jabón para lavar los trastes. Lo único que necesitas para que las zapatillas vuelvan a quedar blancas quitándoles la suciedad adherida y que queden como nuevas es una taza y media de sal gruesa, así como dos cucharadas de jabón de trastos y un cepillo o escobeta.
Primero, tendrás que frotar los tenis con el cepillo o escobeta seco para quitar toda la suciedad y color amarillo que puedas; tanto interna como externamente. Luego, vuelve a tallar, pero con la sal de mar o sal gruesa por fuera y por dentro. Deja este producto por una hora en el calzado. Una vez que haya pasado ese tiempo, retira los granos de sodio, lavándolos con agua fría y jabón de trastes. Una vez que hayas quitado lo amarillento ponlos a secar al sol y ¡listo!