Durante su vida Frida Kahlo sufrió de varias enfermedades y accidentes críticos que la llevaron a estar en cama durante muchos años, sin embargo, también fue una persona que disfrutó su vida y amo con el alma múltiples veces.
La pintora conoció a su primer amor, el muralista Diego Rivera, a la corta edad de 15 años y desde ese momento quedaría flechada para toda la vida, pues, años más tarde se casarían cuando ella tenía 22 años y él 46.
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Diego Rivera ya había pasado por dos divorcios y muchas infidelidades a sus antiguas parejas. Se dice que la relación que llevaba con Frida era abierta y ambos podían tener más amantes sin celarse, pero ello no fue así.
¿Chabela Vargas y Frida Kahlo eran amigas o pareja?
De acuerdo con memorias de la cantante costarricense, Chavela Vargas, se conocieron durante una de las fiestas que organizaría la pareja de artistas en la Casa Azul de Coyoacán, Ciudad de México, la cual se convirtió en un museo con sus obras.
En aquellas fiestas acudían sus amigos más íntimos, quienes incluían famosos y artistas de la época. A Chavela Vargas la invitaría el pintor José Reyes Meza.
“La Chamana” -como era conocida Chavela- contó en una entrevista para TV Azteca cómo fue el momento en que vio a Frida por primera vez. Frida fue bajada de su recamara en cama para que disfrutara de la fiesta que celebraba, y desde ahí recibió a sus invitados.
“Ella estaba en su cama. Bajaron la cama del cuarto al jardín, ahí fue la fiesta. […] Cuando yo llegue dije: ‘Muy buenas noches, Señora Kahlo. Mucho gusto el conocerla”, recordó Vargas.
Desde ese primer contacto se volvería amigas inseparables, a tal nivel que la de Costa Rica se quedaría a vivir un tiempo en La Casa Azul con la pareja.
La Casa Azul fue un asilo que acogía a los amigos de la pareja en cualquier momento, las personas que llegaron a vivir con ellos fue el político León Trotski, María Feliz al escultor Henry Moore, al escritor André Bretón y a la misma Chavela Vargas, quien se hospedó por un año.
Por su parte, “La Friducha” -como le decía Rivera a Kahlo- detallaría sus pensamientos cuando conoció a su amiga Chavela a el escritor Carlos Pellicer a través de una carta con las siguientes palabras:
“Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es más, se me antojó eróticamente. No sé si ella sintió lo que yo, pero creo que es una mujer lo bastante liberal, que si me lo pide no dudaría un segundo en desnudarme ante ella. Cuántas veces no se te antoja un acostón y ya. Ella, repito, es erótica. ¿Acaso es un regalo que el cielo me envía?”.