Muchas veces el cambiar la ropa de cama por una limpia es algo que pasa desapercibido por muchos de nosotros, sin embargo, esto podría ser un riesgo para nuestra salud.
Cada que nos acostamos estamos llevando bacterias y suciedad que recogemos de la calle, además de sudor, piel muerta, grasa y aceites de la piel y cabello; por esta razón es importante ser estrictos en las medidas de limpieza que llevamos a cabo con nuestra cama y con nuestro cuerpo.
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De acuerdo con un estudio realizado por la empresa americana Amerisleep las almohadas pueden llegar a acumular hasta 17 mil veces más bacterias que un inodoro. Gracias a este estudio se dieron cuenta también que el tiempo óptimo para lavar las fundas de almohadas es de una semana pare evitar la propagación de estos.
Así que, si es algo que se te olvida, será mejor que pongas un recordatorio en tu dormitorio para que el fin de semana antes de salir de casa dejes tu cama tendida y con sábanas y funda limpias parea que cuando llegues no te de pereza. También deja un pijama limpia cerca.
Beneficios de cambiar la sabana y almohada
Existen muchos beneficios de ser más higiénicos con el lugar donde pasamos de ocho a diez horas del día, estos son algunos:
Evitar enfermedades. Las bacterias que se encuentran en las almohadas, donde reposamos el rostro, pueden causar enfermedades como neumonía e infecciones.
Menos acné facial. Muchas personas sufren de acné y además de que otros factores influyen como las hormonas, el consumo de grasas y azucares en la dieta, el no cambiar las fundas de las almohadas con regularidad también afecta.
Mejorar el sistema inmune. Las bacterias con las que entramos en contacto durante nuestro sueño afectan el sistema inmunológico y somos más propensos a contraer enfermedades.
¿Qué hacer para antes de acostarnos?
- Desmaquillarte
- Lavarte la cara
- Bañarte