Para mejorar tu salud no debes cambiar tus hábitos de la noche a la mañana y llevar una dieta restrictiva, pues, no será sostenible con el paso de los días y terminará en atracones que causarán el llamado ‘Efecto Rebote’. Puedes solamente intercambiar ciertos alimentos no tan saludables por otros que aporten más energía y nutrientes en tu día a día.
No olvides que, todo estilo de vida requiere de actividad física para mantener una vida saludable y a bajar de peso.
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Manzana verde
Es la favorita de los deportistas, ya que, tiene una alta cantidad de fibra y pocas calorías, lo cual, ayudará a mantenerte saciado hasta tu próxima comida.
La manzana verde es una fruta que puedes agregar a tus comidas de forma fácil: En el desayuno lo puedes incluir en tu licuado con avena o en un jugo verde; en la tarde, añáde la manzana verde a una ensalada o como snack y saciará tu antojo de algo dulce, además de que te mantendrá satisfecha hasta la hora de la cena; en la noche intégralo a un bowl de futa o a un plato de cereal con leche descremada y puedes incluir almendras o granola para agregar una fuente de grasa natural. Recuerda no quitarle la cascará o desperdiciarás toda la fibra.
Avena
Este grano se caracteriza porque ayuda y previene algunas enfermedades como la diabetes al regular el nivel de azúcar en la sangre además del colesterol; ayuda en el tratamiento de la anemia por su contenido de hierro y otras vitaminas como la E y B5. La avena es fibra soluble, razón por la cual, es un alimento que mejora el metabolismo.
Lo mejor de este alimento es que se puede comer en crudo o cocido. Integra la avena cruda en tus licuados matutinos con manzana o mézclala con yogurt griego y tu fruta favorita; la puedes hacer cocida con poca agua o leche al estilo con canela y poca azúcar, al estilo ‘arroz con leche’.
Huevo
Es una proteína animal completa que aporta 13 gramos por cada huevo. Contiene vitaminas y minerales como el calcio, hierro, biotina, vitamina B, E y A.
Este alimento saludable te mantendrá con más energía durante tu rutina diaria, además es fácil de cocinar y lo puedes agregar a casi cualquier receta, incluso a postres. Durante la mañana prepara dos huevos y acompáñalos con un tercio de aguacate o con panqueques, fruta y un té verde; para la tarde puedes hacer huevos duros e integrarlos a una ensalada o con arroz, tortillas y una salsa picosa; por la noche disfruta de un delicioso sándwich de huevo con jamón o de un pan francés.