En mundo de la joyería es tan grande que personas con gustos clásicos pueden encontrar algo que se adapte a ellos, pero también quienes les gusta lo exótico y diferente. Todas las joyas de oro tienen algo en común: con el paso del tiempo se ensucian y se percuden, ¿te ha pasado? Esto se debe a que constantemente están expuestas a otros agentes como el jabón, crema o cualquier otra sustancia que entre en contacto con esta. Para que no te vuelva a pasar esto, te recomendamos seguir este remedio casero que te compartimos el día de hoy, para el que solo vas a necesitar de 1 ingrediente que seguro tienes en tu casa: vinagre blanco. ¡Toma nota!
El oro comúnmente es amarillo, no obstante, los expertos en joyería lo combinan con menores porcentajes de distintos metales como la plata o el cobre para obtener otros colores y así lograr mayor armonía entre este y las piedras que se colocan para, por ejemplo, crear un anillo de compromiso elegante y sofisticado de oro mezclado con plata para formar así el oro blanco que se ha vuelto uno de los predilectos para este tipo de joyas. Algo que muchas veces no tomamos en cuenta al adquirirlas es que requieren de mantenimiento para que no se opaquen y conserven el brillo que las caracteriza.
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Aunque si bien, puedes acudir a lugares especializados en joyería para que las limpien a fondo, done también les pueden añadir las piedras preciosas si es que le faltan; otra opción también es hacerlo de forma casera con productos que ya tienes en casa, en esta instancia, el vinagre y el bicarbonato de sodio van a ser tus aliados. A continuación, te compartimos la lista de ingredientes y materiales que vas a necesitar para este remedio casero, así como el paso a paso para lograr que tus joyas parezcan como nuevas. ¡Toma nota!
Ingredientes y materiales:
- 1/2 taza de vinagre blanco
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio
- Toalla desechable
Paso a paso:
- En un bowl o recipiente hondo vierte media taza de vinagre de manzana
- Revolver la mezcla bien
- Introduce las joyas de oro blanco sucias que quieras limpiar
- Déjalas reposar de dos a tres horas
- Pasado el tiempo sácalas y enjuágalas con abundante agua fría
- Al final sécalas con una toalla desechable frotándolas bien
- Ahora podrás notar que su color original ha regresado y brillarán como si fueran nuevas