¿Alguna vez has oído hablar de las kokedamas? Estas pequeñas obras de arte natural se han vuelto muy populares en todo el mundo gracias a que le aportan a tus plantas los nutrientes necesarios y lucen preciosas. Aunque en realidad son una de las tradiciones japonesas más antiguas relacionadas con la jardinería y la conexión con la naturaleza. El término "Kokedama" proviene del japonés "Koke" que significa "musgo" y "Dama" que se traduce como "bola", las kokedamas son bolas de musgo que sirven como macetas vivas para tus plantas.
Esta técnica de jardinería oriental nos permite crear plantas ornamentales en forma de bolas de musgo, una forma única y hermosa de traer la naturaleza a nuestro hogar y de mantener sanas tus plantas de interior a través de los nutrientes que le aporta. Además, no solo son estéticamente agradables, sino que también nos ayudan a sentirnos más conectados con la naturaleza y a crear un ambiente relajado en nuestro entorno. Aquí está la lista de materiales para crear tu propia maceta viva:
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- Una planta: Debe ser una planta de crecimiento lento o de poco desarrollo para que no necesites cambiar la bola con frecuencia. Las orquídeas son perfectas para crear tu propia kokedama.
- Tierra: Es preferible una mezcla de turba y sustrato para bonsáis (akadama).
- Arcilla: La arcilla es esencial para mantener la forma de la bola.
- Arena de río fina: Ayuda a mantener la humedad en la tierra.
- Musgo: El musgo es la parte más característica de una kokedama y debe estar disponible.
- Fibra de coco (opcional): Puede utilizarse junto con el musgo para mejorar la retención de humedad y dar un toque decorativo.
- Hilo o cordón: Se utiliza para envolver y asegurar la bola.
Cómo hacer una kokedama, para tus plantas del interior desde tu casa
Comenzando con la preparación de tu kokedama: mezcla el sustrato de bonsáis (akadama) o la arcilla con la turba o tierra normal para plantas en una proporción de 1 a 3, añadiendo un poco de arena de río fina. Esto ayudará a darle a la bola la consistencia adecuada.
Recuerda mantener la tierra húmeda durante el proceso para facilitar la manipulación de tu kokedama. Si la tierra se seca, humedece tus manos con un poco de agua mineral. Asegúrate de que la mezcla esté bien compacta y forma una bola lo más redonda posible, dejando un agujero en el centro sin traspasar la base. Antes de plantar la planta en la bola de musgo, recorta las raíces para que quepa en el agujero.
Debes asegurarte de que la planta esté bien centrada en la bola de musgo y cúbrela con más tierra para que no queden raíces al aire. Ahora, envuelve la bola de kokedama con el hilo o cordón en un patrón que se asemeje a una telaraña. Esto asegurará que la planta se mantenga unida de manera segura. Humedece un poco el musgo con un spray o pulverizador y colócalo sobre la bola ya envuelta con el hilo.
Si deseas utilizar fibra de coco, mézclala con el musgo y colócala en la bola. Esto ayudará a retener la humedad y dará un aspecto mucho más decorativo. Finalmente, elige dónde colocar tu kokedama, ya sea en el interior o en el exterior de tu casa. Puedes ponerla en un plato decorativo o crear una kokedama colgante utilizando más hilo o cordel para colgarla del techo o un gancho.
Cuidados de una kokedama para el interior de tu casa
Es esencial cuidar adecuadamente tu kokedama para que la planta se mantenga saludable y hermosa. Evita la exposición directa al sol, ya que el musgo puede secarse en exceso y afectar la planta. Tampoco aprietes la bola de kokedama para eliminar el exceso de agua; deja que la planta absorba el agua a su propio ritmo.
Asimismo, riega la kokedama cuando la bola esté lo suficientemente seca. La técnica de riego por inmersión es efectiva: sumerge la bola de msugo en un recipiente con agua y permite que absorba el agua durante 10-15 minutos. ¡Será muy fácil dejarla escurrir antes de volver a colocarla! La composición de la kokedama es perfecta para mantener la humedad adecuada para tus plantas de interior. Con estos consejos, tu kokedama prosperará y será un espectáculo en tu hogar. ¡Inténtalo!