El movimiento "nacionalismo cristiano blanco" ha tomado fuerza en algunos sectores de Estados Unidos, incluso a él se han unido algunos miembros del partido republicano. Son muchos los expertos en el tema que aseguran que este movimiento pone en peligro la democracia del país y que un gobierno no debe ser liderado por una religión.
"Cuando nosotros decimos cristianismo no significa realmente personas que aman a Jesús, que han tratado de vivir vidas como la de Cristo, queremos decir que el cristianismo es una palabra clave para las personas como nosotros que somos conservadores, ciudadanos, que piensan como nosotros y que se parecen a nosotros", dijo el profesor Samuel Perry de la Universidad de Oklahoma a CNN.
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Una de las personas que ha mostrado su apoyo a este movimiento es Marjorie Taylor Greene, miembro de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que ejerce como representante por el 14º distrito congresional de Georgia. Marjorie, quien es miembro del Partido Republicano y partidaria incondicional de Donald Trump, fue elegida para el Congreso en las elecciones de noviembre de 2020 y juró su cargo el 3 de enero de 2021.
"Necesitamos ser el partido del nacionalismo y soy cristiana, digo que probablemente deberíamos ser nacionalistas y cristianos, y cuando los republicanos aprendan a representar a la mayoría de las personas que votan por ellos entonces seremos el partido que continúa creciendo sin tener que perseguir ciertas identidades", aseguró Marjorie Taylor Greene, representante republicana por Georgia.
Creencias de los nacionalistas cristianos blancos
Expertos en el tema aseguran que los nacionalistas cristianos creen que el país fue fundado como una nación cristiana, que los padres fundadores eran todos cristianos evangélicos ortodoxos y no quieren que haya una separación entre la iglesia y el estado. Sin embargo, diversos analistas aseguran que la constitución no hace ninguna referencia a la biblia.
Los seguidores del "nacionalismo cristiano blanco" creen en un "Cristo guerrero", un "Jesús salvador" que está dispuesto a pelear para restaurar a Estados Unidos a una nación cristiana. En la insurrección del 6 de enero en el Capitolio, algunas personas llevaban gorras que decían: "Dios, armas, Trump", mientras cantaban que "la sangre de Jesús estaba limpiando el Congreso".
También creen que existe un "estadounidense real", que tiene otros derechos al ciudadano promedio. Además, los expertos aseguran que cuando los seguidores de este movimiento afirman que se robaron las elecciones es en referencia a que algunos votos que no son los de ellos, no cuentan.
"El movimiento del nacionalismo cristiano es un peligro porque, la verdad, es que es una lealtad más al nacionalismo que al cristianismo y cuando uno es un líder cristiano, nuestra alianza primordial es al evangelio, a Jesús. Es más allá que un patriotismo, el nacionalismo con frecuencia está mezclado con egocentrismo, con xenofobia, no es lo que el evangelio nos ha enseñado", dijo Gabriel Salguero a CNN.
Con información de CNN
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