Luego de que Joe Biden volvió a dar positivo a COVID-19 por tercera vez, el condado de Los Ángeles estuvo a punto de reestablecer un mandato de uso obligatorio de cubrebocas en interiores a medida que la última ola de COVID-19 registraba un incremento en los contagios y en las hospitalizaciones.
Ante los más de 18,000 casos diarios registrados en el estado de California, la ciudad de Los Ángeles estudió la posibilidad de volver a imponer de forma obligatoria dicha medida.
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La directora de salud, Bárbara Ferrer, dijo hace dos semanas que el condado más poblado del país podría volver a exigir el uso de cubrebocas si las tendencias se mantenían al alza según los criterios establecidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Eu (CDC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, en una conferencia de prensa realizada este jueves, Ferrer mostró gráficos de datos planos y decrecientes. Ella dijo que la transmisión había disminuido, pero no podía descartarse la medida.
“Estamos en declive en este momento, y es difícil para nosotros imaginar restablecer el enmascaramiento interior universal cuando estamos en un declive tan significativo”, pero los funcionarios de salud reevaluarían las cosas si las tasas de casos y las admisiones hospitalarias aumentaran nuevamente.
¿Entro o no en vigencia un nuevo mandato para uso de cubrebocas?
En distintos medios locales se filtró que Los Ángeles había abandonado un plan para imponer un nuevo mandato de uso obligatorio de cubrebocas en interiores esta semana. Esto debido a que ya se habían estabilizado los contagios y hospitalizaciones por COVID-19.
Los funcionarios de salud habían planeado reestablecer los requisitos de uso de cubrebocas en interiores una vez que el condado pasara a nivel alto de comunidad de COVID-19. Esto ocurrió el 14 de julio y luego permaneció allí durante dos semanas consecutivas.
Ese umbral incluía una alta transmisión comunitaria, 10 admisiones hospitalarias entre cada 100,000 residentes.
“El reloj se detiene en este momento”, Barbara Ferrer y señaló una “disminución bastante constante en los casos desde el 23 de julio”.
El potencial de volver al uso obligatorio de cubrebocas ha enfrentado una fuerte oposición por parte de muchos dueños de negocios, legisladores y residentes que han citado las vacunas y los tratamientos contra el COVID-19 que han evitado que los hospitales sean invadidos como una señal de que la pandemia ha evolucionado.
La gente se ha expresado cansada de los tipos de restricciones impuestas al principio de la crisis de salud púbica, independientemente del aumento de casos y tasas de positividad. Caso contrario lo que había ocurrido en este país que se libró por dos años de la pandemia por una peculiar razón.
mva