Este martes es día de elecciones primarias en estados clave de Estados Unidos, donde los ojos están puestos especialmente en Georgia, el estado sureño que fue clave para la victoria de Joe Biden en las presidenciales de 2020 y que hoy pondrá a prueba la influencia de Donald Trump sobre el Partido Republicano.
Otros cuatro estados: Texas, Arkansas, Alabama y Minnesota, también van a las urnas este día para elegir a sus candidatos con miras a los comicios de mitad de mandato de noviembre, los cuales determinarán qué partido controlará el Senado y la Cámara de Representantes de EE.UU. durante el resto del mandato del presidente Biden.
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Sin embargo, toda la atención se centra en el estado de Georgia, donde las primarias incluyen contiendas para gobernador, secretario de Estado y bancas en el Senado y la Cámara baja estadounidense, entre otros cargos.
¿La venganza de Trump?
El expresidente Donald Trump busca ajustar cuentas con los funcionarios que se negaron a respaldar sus afirmaciones de unas "elecciones robadas" en Georgia en 2020.
Por el lado republicano, los candidatos se dividen entre los que apoyan la idea de Trump de un masivo fraude electoral, que jamás ha sido probado, y entre aquellos que rechazan la "Gran Mentira" del exmandatario.
En específico, la venganza de Trump podría ir contra el actual gobernador del estado, Brian Kemp, quien se negó a anular los resultados de las elecciones de 2020 y quien adelanta por 20 puntos al candidato respaldado por Trump, David Perdue, quien basó toda su campaña en afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020.
De igual forma, Trump intenta derrotar al secretario de Estado, Brad Raffensperger. Este último, el principal funcionario electoral del estado, quien enfureció al expresidente al rechazar sus afirmaciones de que el demócrata Joe Biden había ganado el estado en un conteo de votos fraudulento.
A casi 19 meses después de la votación de 2020, el empresario está envuelto una vez más en la fortuna política del estado, mientras que su poder e influencia política también está en juego. No obstante, el panorama no pinta muy bien para el exmandatario en el estado donde lo vio perder todo.
Tras invertir 2,5 millones dólares de sus propios fondos de campaña en la carrera de Perdue, Trump parece haber tirado la toalla, pues se limitó a darle una declaración escrita de respaldo a última hora, en lugar de visitar el estado durante la recta final.
Con información de CNN y AP
bnaj