Un hombre de 39 años mató a tiros a sus tres hijas, de 9, 10 y 13 años, dentro de una iglesia en Sacramento, California. El sujeto también asesinó a otra persona y después se quitó la vida.
La información fue confirmada por el Departamento de Policía del condado de Sacramento que precisó que el agresor estaba separado de la madre de las niñas, quien tenía una orden de alejamiento en su contra.
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Las primeras investigaciones señalan que el tiroteo se produjo durante una visita supervisada con las menores y todavía no se sabe si la cuarta víctima tenía una conexión con el resto de las víctimas.
“A las 5:07 p.m. de esta tarde recibimos una llamada sobre un tiroteo en la iglesia. Descubrimos a un hombre adulto, un padre que abrió fuego y mató a sus tres hijos, menores de quince años”, explicó el sargento Rod Grassmann, durante una conferencia de prensa.
Hasta el momento, no se sabe cuántas personas se encontraban en la iglesia cuando se efectuaron los disparos; tampoco si se estaba realizando alguna ceremonia u otra actividad.
El gobernador de California, Gavin Newsom, se pronunció sobre la tragedia en su cuenta de Twitter, donde calificó el hecho como “absolutamente devastador”.
"Otro acto de violencia armada sin sentido en Estados Unidos, esta vez en nuestro patio trasero. En una iglesia con niños adentro. Absolutamente devastador. Nuestros corazones están con las víctimas, sus familias y sus comunidades", escribió.
Los tiroteos en lugares públicos como escuelas, centros comerciales o lugares de culto, son un mal recurrente en Estados Unidos. Una problemática que no se ha podido detener debido a las disposiciones de la Constitución que protegen el derecho de los ciudadanos a portar un arma.
La violencia armada ha aumentado en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia. Más de 44 mil personas murieron por esa causa en 2021, la mayoría por suicidios, según información publicada en el sitio web Gun Violence Archive.