Un matrimonio de Palm Beach, Florida, está acusada de abuso infantil luego de que la policía descubriera que su hijo adoptivo de 14 años fue obligado a vivir desde los nueve en una jaula instalada en el estacionamiento de su casa.
El Departamento de Policía del condado de Júpiter informó que arrestó a Tracy y Timothy Ferriter, ambos de 46 años, después de recibir el reporte de la desaparición del adolescente.
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Al llegar a casa de los Ferriter, los oficiales notaron una estructura con cerrojo dentro del garaje de la propiedad, en la que había un colchón, una sábana, algunos libros y otros objetos personales.
Tracy dijo a la policía que supuestamente se trataba de una “pequeña oficina”, sin embargo, cuando el joven reapareció el día siguiente en la escuela, acusó a sus padres de haberlo encerrado en una jaula durante cinco años, de la que solo podía salir para asistir a clases.
De acuerdo con el informe de las autoridades, el menor contó que debía permanecer en el sitio hasta 18 horas seguidas, ahí debía comer e incluso hacer sus necesidades en una cubeta.
Las terribles condiciones en las que vivía fueron descubiertas después de que la familia informó de su desaparición. Según los oficiales, cuando le preguntaron por qué se escapó, el adolescente les dijo: "porque siento que nadie me ama".
En su declaración, el niño también explicó que Tracy y Timothy lo golpeaban con el cinturón y una cuerda para saltar, además de que constantemente le escupían.
De acuerdo con documentos judiciales, una orden de allanamiento permitió a la policía revisar varias grabaciones de seguridad, en las cuales se confirmaron algunos de los terribles tratos que había descrito el menor.
Ahora, los detectives acusan a la pareja de haber abusado físicamente de su hijo, además de mantenerlo confinado desde el año 2017.
Los padres niegan el abuso
El matrimonio rechazó las acusaciones en su contra e sigue insistiendo en su inocencia. Ambos describieron a su hijo como un joven problemático con varios desórdenes de conducta y que si actúa así es porque tiene un trastorno de apego muy fuerte hacia ellos.
Hasta ayer miércoles, los esposos se encontraban recluidos en una cárcel del condado de Palm Beach, pero cada uno pagó una fianza de 50 mil dólares para salir y continuar su proceso en libertad.
Un juez les ordenó no tener contacto con sus hijos a menos que lo autorice el Departamento de Niños y Familias de Florida, por lo que ahora sus cuatro hijos, incluido el menor adoptado, se encuentran bajo el cuidado de los Servicios de Protección Infantil.
Con información de New York Post y Daily Mail
bnaj