El funeral del papa emérito Benedicto XVI se realizará con la misma solemnidad que el de un pontífice al mando, por lo que se llevará a cabo en la Plaza de San Pedro, el próximo 5 de enero a las 9:30 am (hora de Roma).
"Desde la mañana del lunes, el cuerpo del papa emérito estará en la Basílica de San Pedro, donde los fieles pueden ir con las oraciones para un último encuentro con el papa emérito, para saludarlo y para decirle adiós", señaló Matteo Bruni.
El papa Francisco será el encargado de presidir la misa de su predecesor, a la cual se espera que asistan monarcas y presidentes de diferentes países, al tratarse de un funeral de Estado.
"Siguiendo el deseo del papa emérito, el funeral se celebrará bajo el signo de la sencillez", señaló Bruni, quien también agregó que será un "funeral solemne pero sobrio".
Una vez finalizado el funeral, el féretro se trasladará a la Basílica de San Pedro donde los peregrinos podrán visitarlo. A petición del mismo Benedicto XVI, el féretro permanecerá en la cripta vaticana, la misma zona donde permaneció sepultado San Juan XXIII durante 38 años y Juan Pablo II durante 8 años.
Un aspecto importante de señalar es que al término del funeral no se realizará un cónclave, el papa Francisco seguirá ejerciendo como el máximo líder de la iglesia católica.
Francisco siempre tuvo palabras para Benedicto XVI
Cuando Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa, unas de sus primeras palabras fueron dirigidas a Benedicto XVI. Mientras saludaba a la multitud desde la Basílica del Vaticano, el Papa Francisco dijo:
“En primer lugar, me gustaría ofrecer una oración por nuestro obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo guarde. Un gran Papa", aseguró.
Así definió el Papa Francisco a Benedicto XVI, el 27 de octubre de 2014 durante la inauguración de un busto en honor del papa emérito en la Academia Pontificia de Ciencias.
Durante su discurso, el Papa Francisco recordó a su predecesor como: “Grande en fortaleza y perspicacia intelectual, grande en su significativa contribución a la teología, grande en su amor a la Iglesia y al hombre, grande en su virtud y en su religiosidad. Hombre de Dios al servicio de la Iglesia".
Muchas son las veces que el Papa Francisco ha hablado de su predecesor en términos de cariño, gratitud y respeto. Por ejemplo, el 28 de julio de 2013, al regresar de su Viaje Apostólico a Brasil, el Papa Francisco respondió así a los periodistas que le preguntaron durante la rueda de prensa del vuelo de regreso sobre su relación con Benedicto XVI.
"Es un hombre de Dios, un hombre humilde, un hombre de oración. Me alegré mucho cuando fue elegido Papa. Además, cuando renunció, para mí fue un ejemplo de grandeza. Un gran hombre. ¡Solo un gran hombre hace esto!", dijo.
Luego explicó de manera muy simple y directa lo que significa tener al difunto Ratzinger cerca de él: "Es como tener a tu abuelo en la casa, un abuelo sabio".
abc