Estados Unidos planea acelerar sus esfuerzos para expulsar a los migrantes haitianos en vuelos a su tierra natal caribeña, dijeron el sábado funcionarios mientras agentes llegaban a una ciudad fronteriza de Texas donde miles de haitianos se han reunido después de cruzar repentinamente a Estados Unidos desde México.
El Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado que trasladó a unos 2.000 de los migrantes que se habían reunido debajo y cerca de un puente en la ciudad fronteriza de Del Río a otros lugares el viernes para su procesamiento y posible expulsión de Estados Unidos. También dijo que tendría 400 agentes y oficiales en el área para el lunes por la mañana y estaba preparado para enviar más si fuera necesario.
El anuncio marca una respuesta rápida a la repentina llegada de haitianos a Del Río, una ciudad de aproximadamente 35,000 personas que está aproximadamente a 145 millas (233 kilómetros) al oeste de San Antonio y se encuentra en un tramo relativamente remoto de la frontera que carece de capacidad para retener y procesar a un número tan grande de personas.
Un funcionario estadounidense dijo a The Associated Press el viernes que la capacidad operativa y la disposición de Haití a aceptar vuelos determinarán cuántos habrá. El funcionario dijo que se estaba avanzando en las negociaciones con las autoridades haitianas.
El funcionario dijo que Estados Unidos probablemente volaría de cinco a ocho aviones al día, a partir del domingo, mientras que otro funcionario esperaba no más de dos al día y dijo que todos los migrantes se harían la prueba de COVID-19. Ambos funcionarios no estaban autorizados a discutir el asunto públicamente y hablaron bajo condición de anonimato.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos cerró el tráfico a vehículos y peatones en ambas direcciones el viernes en el único cruce fronterizo entre Del Río y Ciudad Acuña, México, "para responder a las necesidades urgentes de seguridad y protección". Los viajeros estaban siendo dirigidos indefinidamente a un cruce en Eagle Pass, a 57 millas (91 kilómetros) de distancia.
Las estimaciones de la multitud variaron, pero el sheriff del condado de Val Verde, Frank Joe Martínez, dijo el viernes que hubo alrededor de 13.700 recién llegados en Del Río. Los migrantes montaron tiendas de campaña y construyeron refugios improvisados con cañas gigantes conocidas como caña de carrizo. Muchos se bañaban y lavaban la ropa en el río.
El plan de vuelo, aunque potencialmente masivo en escala, depende de cómo respondan los haitianos. Es posible que tengan que decidir si se quedan en peligro de ser enviados de regreso a una patria empobrecida y devastada por la pobreza y la pobreza. inestabilidad política o regresar a México. Los niños no acompañados están exentos de expulsiones por la vía rápida.
El DHS dijo: "nuestras fronteras no están abiertas, y la gente no debería hacer el peligroso viaje".
"Las personas y las familias están sujetas a restricciones fronterizas, incluida la expulsión", escribió la agencia. "La migración irregular representa una amenaza significativa para la salud y el bienestar de las comunidades fronterizas y para la vida de los propios migrantes, y no debe intentarse".
Stephen Miller, el principal arquitecto de las políticas de línea dura del ex presidente Donald Trump y un crítico frecuente de la administración Biden, expresó dudas de que el gobierno de Haití aceptara el número de vuelos para una operación a gran escala. Relató las llamadas diarias con funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos el año pasado sobre la resistencia de Haití a los vuelos, con Haití cediendo solo bajo la amenaza de sanciones.
Las autoridades de inmigración mexicanas ordenaron a unos 500 haitianos que bajan de los autobuses en el estado de Tamaulipas, a unas 120 millas (200 kilómetros) al sur de la frontera con Texas, dijo el gobierno estatal en un comunicado de prensa el viernes. Continuaron hacia la frontera a pie.
Los haitianos han estado migrando a los Estados Unidos en grandes cantidades desde América del Sur durante varios años, muchos de los que han abandonado su nación caribeña después de un devastador terremoto en 2010. Después de que los empleos se agotaron de los Juegos Olímpicos de Verano de 2016 en Río de Janeiro, muchos hicieron la peligrosa caminata a pie, autobús y automóvil a la frontera de los Estados Unidos, incluyendo a través de la infame Brecha del Darién, una selva panameña.
No está claro cómo un número tan grande se acumuló tan rápidamente, aunque muchos haitianos se han estado reuniendo en campamentos en el lado mexicano de la frontera para esperar mientras deciden si intentan ingresar a los Estados Unidos.
Sigue al Heraldo USA en Google News, dale CLIC AQUÍ