En un juego de béisbol de los Philadelphia Phillies, Aaron Pressley, un niño de 10 años, atrapó una pelota de foul que después le regaló a una pequeña. El momento grabado en cámara, y el video se hizo viral en redes sociales en donde aplauden la buena acción del niño, quien señaló lo hizo luego de verla llorar por no haber cachado la bola primero.
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Todo empezó cuando en partido de los Filis del miércoles por la noche, una bola de foul golpea las gradas. Algunos fanáticos se lanzaron a por él, pero el alumno de quinto grado Aaron Pressley de Willow Grove, Pensilvania, pudo agarrarla. La sostuvo en alto mientras celebraba.
"Cuando miré a mi izquierda, vi a una niña llorando y pensé en mi cabeza: 'No puedo quedarme con la pelota'", explica Pressley, al ver que la niña también había intentado agarrarla.
"No se sentía bien quedarme con la pelota. Solo tenía que dársela. Así que fui allí y la vi llorar y me sentí muy triste. Le di la pelota. Ella dijo: 'Gracias. Me sentí tan bien. Me sentí como un buen chico".
La familia de esa niña, llamada Emma, estaba tan conmovida por la amabilidad de Aaron que le agradecieron con una tarjeta de regalo de los Phillies antes de que terminara el juego.
El equipo también se conmovió por su buena acción y le enviaron otra pelota.
"Simplemente haz cosas buenas para la gente", dice Pressley. "La gente dice que los fanáticos de los Filis no son las personas más agradables, pero eso no es cierto. Simplemente sé una buena persona y siempre ten energía positiva dentro de ti".
Es posible que Aaron no se haya ido a casa con la pelota del juego, pero dice que la experiencia le enseñó dos lecciones que espera que todos los fanáticos de los Filis recuerden.
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JOS