Para millones de personas en Estados Unidos, celebrar un 4 de julio sin comer barbacoa es como no haberlo festejado. Este platillo es posiblemente el más típico para conmemorar el Día de la Independencia con familia y amigos y el ritual es una de las tradiciones más arraigadas, sin embargo, no muchos saben cómo es que se originó esta costumbre y por qué.
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Por ello, a continuación te contamos un poco sobre la historia de la conexión de este plato con una de las mayores festividades en el país.
Tradición sureña
La vieja tradición prácticamente se remonta a los inicios del país, cuando los estadounidenses celebraban el Día de la Independencia con cenas públicas, y en el sur esos banquetes se convirtieron en grandes barbacoas al aire libre.
Según detalla Southern Living, en 1808, los ciudadanos del condado de Oconee, Carolina del Sur, se reunieron para participar "de una elegante barbacoa", como informaban medios locales del momento.
Ya para la década de 1820, esas celebraciones se habían vuelto estandarizadas, y las descripciones de las barbacoas del 4 de julio en Virginia, las Carolinas, Tennessee y Kentucky eran casi idénticas.
Ciudadanos de toda la región se reunían en un lugar central, formaban una procesión y, encabezados por la milicia local, marchaban a una iglesia o al juzgado del condado. Las ceremonias comenzaban con una oración seguida de una lectura de la Declaración de Independencia, luego la multitud cantaba canciones patrióticas y un miembro prominente de la comunidad pronunciaba una oración entusiasta sobre temas patrióticos.
Finalmente, los ciudadanos se retirarían a una estancia donde les esperaba una fiesta de barbacoa.
Estas enormes barbacoas al aire libre eran gratuitas para todos los asistentes y, dado que la carne era donada por miembros de la comunidad, sería lo que los agricultores locales tuvieran a mano.
Cualquier cosa, desde cerdos y pollos hasta cabras y novillos enteros, podría terminar asándose sobre brasas de leña en fosas largas excavadas en el suelo. Junto a ellos se servían rodajas de pepino, sandía y hogazas de pan.
A medida que los colonos se trasladaron hacia el oeste, los de los estados del sur se llevaron su tradición de barbacoa. Los tejanos celebraban el Día de la Independencia con barbacoa a fines de la década de 1840, y en 1858, solo cinco años después de la fundación de la ciudad, los residentes de Kansas City organizaron su primera barbacoa del 4 de julio, que atrajo a 3 mil asistentes.
Por ello, si realizas una barbacoa este 4 de julio, estarás continuando con una larga e importante tradición sureña para conmemorar el Día de la Independencia de Estados Unidos.
CRS