La princesa de Gales, Diana Spencer, que murió en un accidente de coche en París en 1997, habría cumplido hoy 60 años. Más de 24 años después de su muerte, el mito de Lady Di perdura, y con ello, los misterios de su muerte.
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Diana murió en un accidente automovilístico en París el 31 de agosto de 1997.
Hacía exactamente un año de su divorcio de Carlos, Diana pasó sus últimas semanas con Dodi Al Fayed en el Hotel Ritz de París.
Fuentes cercanas dicen que Al Fayed planeaba darle el anillo de compromiso a Lady Di la noche del accidente, incluso, existen teorías en que la propia familia real conspiró para asesinar al Dodi y a la princesa porque iban a casarse –o, más, porque ella estaba embarazada– y era inaceptable tener un musulmán en la monarquía.
Fue entonces que 23 minutos después de la media noche del 31 agosto, el chofer Henri Paul y el guardaespaldas Trevor Reese Jones, Diana y Dodi, salieron en un Mercedes Benz 600 a 123 kilómetros por hora tratando de huir de una ola de paparazzis.
Pero el chofer perdió el control en el Puente del Alma. Nunca bajó la velocidad al cambiar de carril y estrellarse contra la columna número 13. Al Fayed y Paul murieron en el acto.
La muerte de la Princesa Diana se dio a conocer a las 4 de la mañana del 31 de agosto de 1997.
Legado de Lady Di
Su reputación como una de las figuras más queridas y memorables de la Familia Real prevalece.
Amores, trastornos alimenticios y depresión, fueron parte de los últimos años de vida de la Princesa Diana, sin embargo, eso no impedía su manera de tratar e interactuar con cualquier persona.
De hecho, Diana era una persona a la que le encantaba dar y ayudar a la gente. Paul Burrell, en su libro, The Way We Were: Remembering Diana, escribe cómo un viaje a la India la cambió y la hizo querer dar su vida para ayudar a los necesitados.
“La Princesa del Pueblo”
Diana de Gales antepuso su compasión y creencias a su posición e influyó en sus hijos en el proceso.
La princesa fue el primer miembro de la familia real en tener contacto con una persona que padecía VIH / SIDA.
Ella era, en palabras del ex primer ministro británico Tony Blair, "la princesa del pueblo".
Al interactuar más íntimamente con el público -arrodillándose al nivel de un niño, sentada en la cama de un paciente de hospital, escribiendo notas personales a sus fans- se conectó con la gente de una forma que inspiró a otros miembros de la realeza, incluyendo a sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, mientras la monarquía trabajaba para convertirse en una institución más humana y permanecer relevante en el siglo XXI.
Unos meses antes de morir en un accidente automovilístico en 1997, Diana, con una visera protectora y un chaleco, caminó por un campo de minas angoleño que Halo Trust estaba despejando.
Se pronunció en contra de la venta y el uso de minas terrestres y pidió una prohibición internacional durante su viaje.
Diana, un ícono de la moda
Hoy, después de años de la muerte de Diana, su moda es inspiradora y puntual. Acusada por su marido de frívola, hizo de la moda algo tan importante y un sinónimo de sí misma que la mantiene viva incluso hoy.
Sin embargo, por otro lado, la moda siguió siendo sinónimo para ella. Quizás, sus elecciones de vestuario no eran solo colores y diseñadores, sino que tenían un significado más profundo.
Ella siempre creyó que la moda es una forma de expresión y así es como la ha usado, haciendo hincapié en sus elecciones de vestuario.
El conjunto del que más se habló, que uno podría pensar que es su vestido de novia, fue en realidad su vestido de despedida.
Un vestido negro con hombros descubiertos llamado Revenge Dress de Christina Stambolian y una gargantilla que llegó a la Serpentine Gallery de Londres en 1994.
La Princesa Diana sigue siendo considerada un icono de la moda y sus vestidos se exponen regularmente en el Reino Unido, aprovechando el interés reavivado por la serie de Netflix The Crown.
JOS